La Universidad Francisco de Vitoria de España lanza un Instituto del Perdón

La Universidad Francisco de Vitoria de España lanza un Instituto del Perdón

La Universidad Francisco de Vitoria, cuyo nombre rinde homenaje al padre del Derecho Internacional y teólogo Francisco de Vitoria, de la Orden de los Dominicos; es una universidad católica privada ubicada en Pozuelo de Alarcón, Comunidad de Madrid administrada por Regnum Christi ha presentado la creación de un Instituto del Perdón.

Con ocasión de la violencia terrorista, en actos aislados o durante años, y desde luego a raíz de guerras y conflictos que azotan el mundo y a las importantes secuelas que dejan en las personas, observadores y analistas se han referido con frecuencia a la necesidad de perdonar para resolver los enfrentamientos, o tras ellos.

En el ámbito personal, y también en el familiar y social, incluso sólo desde un punto de vista estrictamente psicológico, no ya ético o moral, se ha subrayado la importancia del perdón para alcanzar la paz interior y exterior. Perdonar, se ha dicho, mejora la salud física y mental, el rencor y el odio corroen.

Esta semana, la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) ha presentado el Instituto del Perdón, “una iniciativa pionera en el ámbito universitario, con una jornada en la que se ha podido analizar el concepto del perdón y explicar cómo se trabaja en proyectos específicos”, informa el centro académico.

“Se busca ofrecer un espacio para la investigación, formación y transferencia de conocimiento en el ámbito del perdón”, ha explicado la doctora Clara Molinero, directora del Instituto y del Grado en Psicología de la UFV, que ha participado en el acto junto a la doctora María Prieto Ursúa, de la Universidad de Comillas, Saray Bonete, investigadora y profesora del Grado, y Robert Enright, pionero de la investigación en perdón en EEUU, señala la Universidad.

Perspectiva multidisciplinar

Clara Molinero explicó que la iniciativa se plantea ante “la necesidad de explorar el perdón desde una perspectiva multidisciplinar, de razón abierta, incluyendo otras disciplinas como la psicología, la educación, la filosofía, la teología y la sociología, entre otras”.

“Puedes aprender a perdonar y a pedir perdón. ¿Y quién no necesita superar el bloqueo o resentimiento por algún agravio recibido? Todos somos potencialmente destinatarios del Instituto, porque no solo va dirigido para ayudar a pacientes con trastornos severos, sino a todos, porque todos necesitamos del perdón”, aseguró Jorge López, decano de la Facultad de Educación y Psicología.

“Las líneas principales son la creación de instrumentos de medida que nos permitan examinar los cambios después de un trabajo de aprender a perdonar; trabajos de intervención y sobre los que elaboramos contenidos y hacer la evaluación de los cambios que se producen”, destaca la investigadora Saray Bonete que ha explicado que están trabajando con presos, y también en colegios, y universidades “para capacitar a los universitarios en su labor profesional a utilizar el perdón como una estrategia que resuelve conflictos”. 

Profundidad emocional y psicológica del perdón

La inauguración ha servido también como plataforma para discutir cómo el perdón puede ser un instrumento poderoso para el bienestar emocional y la salud mental. María Prieto Ursúa, autora del libro “Perdón y salud”, resaltó la complejidad del proceso de perdón “especialmente cuando se trata de perdonarse a uno mismo tras haber cometido actos que han causado un daño significativo a otros”.

La doctora Prieto identificó tres componentes principales en el proceso de perdonarse a uno mismo: la asunción de responsabilidad, la reparación interpersonal (aunque en algunos casos, esto puede ser simbólico o no directamente con la víctima), y la reparación intrapersonal, que implica un trabajo profundo sobre cómo uno se ve a sí mismo después del acto cometido.

En el contexto de querer pedir perdón a la víctima, Prieto subrayó la importancia de respetar los deseos y necesidades de la víctima, incluso si esto significa no tener un contacto directo para pedir perdón. El verdadero cuidado hacia la víctima a veces implica respetar las barreras establecidas, reconociendo que la necesidad de perdón del agresor no debe sobrepasar la necesidad de seguridad y comodidad de la víctima.

En otras universidades

El estudio del perdón ha comenzado en el ámbito de la psicología en algunas universidades, bien como un área de investigación de modo interdisciplinar en el marco de un órgano de más amplio contenido, en colaboración con expertos de otras entidades universitarias, o bien con un Instituto propio sobre el perdón, también interdisciplinar, como en el caso que comentamos de la Universidad Francisco de Vitoria.

En la Universidad de Navarra, por ejemplo, el estudio del perdón ha emergido como un área de investigación que revela su influencia multifacética en las relaciones interpersonales, la salud mental y el bienestar emocional, explica el centro académico.

“Hay estudios que demuestran que las personas que muestran una actitud positiva ante el perdón, tienen menor patología mental, usan menos psicofármacos y tienen un umbral de tolerancia más alto del dolor y del sufrimiento. Eso supone que usen menos analgésicos e incluso menos servicios sanitarios”, escribió Javier Schlatter, especialista del Departamento de Psiquiatría y Psicología Médica de la Clínica Universidad de Navarra en Madrid, en su libro “Heridas en el corazón. El poder curativo del perdón”.

En el ámbito de la Universidad CEU San Pablo, podemos citar, a título de ejemplo, al doctor honoris causa Marcelino Oreja, uno de los padres de la Transición en España, que el 5 de octubre del año pasado, al recibir el galardón, manifestó que recibía “con gran emoción este reconocimiento y agradezco enormemente la fecha elegida; este mismo día pero del año 34, mi padre fue asesinado”. “El 5 de octubre quedó marcado cada año en el calendario familiar para recordar a mi padre. Mi madre siempre infundió en mí el sentimiento del perdón a pesar del dolor causado”.

No está de más recordar que el filósofo francés Remi Brague propuso “el perdón” ante la extensión de la cultura woke de la cancelación en el Congreso de Católicos y Vida Pública de 2021.

La Universidad Comillas tiene diferentes especialistas en temas relacionados con el perdón, que imparten enseñanzas en la propia universidad, e investigan asimismo con otros centros académicos, como la citada profesora María Prieto Ursúa o la profesora Pilar Martinez, entre otros. (Omnes)

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