“Vamos a seguir con la denuncia porque tenemos la verdad”, afirmaron Julio y Adriana, los padrinos de León, el joven chico que fue abusado por el cura Eduardo Lorenzo diez años atrás, en la conferencia de prensa que realizó en el anexo de la Cámara de Diputados bonaerense, Guillemo Kane, diputado provincial del Frente de Izquierda.
Evidenciando aún más que está “flojo de papeles”, el sacerdote intentó que la conferencia de prensa no se lleve a cabo, recordando las épocas más oscuras de la dictadura militar. Sin embargo, desde presidencia de Diputados “no hicieron lugar” y la misma se llevó a cabo por más de dos horas.
En ese marco, Julio y Adriana, padrinos de León contaron y detallaron el horror que vivieron desde que decidieron denunciar los abusos que había sufrido León por parte de Lorenzo. “El 20 de agosto de 2008 realizamos la denuncia y el 10 de enero de 2009 recibimos la noticia que la causa había sido archivada. Ahí nos dimos cuenta que estábamos frente a un cura que hacía uso de poder en todos los estrados”, afirmaron.
Junto a Julio y Adriana estaban Alejandro y Roxana Vega, padres que llevaron a sus tres hijos a la escuela de Gonnet y se opusieron a que el cura se radique en la institución educativa cuando conocieron la denuncia penal en su contra. “Nos persiguieron y allanaron nuestra casa cuando en 2007 mandábamos mails a los medios de comunicación informando de esta situación”, indicaron. A pesar de ello nunca bajaron los brazos, y recién el próximo lunes harán los peritajes en la computadora que secuestraron 12 años atrás.
PEDIDOS
Desde la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos, el legislador del FIT, Guillermo Kane presentó dos proyectos de solicitud de informes que fueron aprobados por unanimidad. Es decir, los 92 legisladores acompañaron los expedientes. En ellos se pide esclarecer la situación del cura Lorenzo en el Servicio Penitenciario Bonaerense respecto de su desempeño en instituciones educativas, y detectar si existen otras denuncias por su accionar. Las solicitudes deberán ser respondidas por el poder Ejecutivo.
Los aprietes del cura han sido una constante en todo el proceso, desde que fueran radicadas las denuncias en 2008. Resulta que, además de autoridad de aquella parroquia, Lorenzo era capellán mayor del Servicio Penitenciario Bonaerense y un protegido del Arzobispado de La Plata, al punto que al desarchivarse la causa este año fue respaldado en una misa realizada el 24 de marzo por el Arzobispo “Tucho” Fernández, mano derecha de Bergolio.
El abusador amenazaba a los denunciantes haciendo constar sus vínculos con altos funcionarios políticos y hasta con las bandas delictivas que operan desde las cárceles, al amparo de la Policía y el Servicio Penitenciario Bonaerense.
