Se trata de una iniciativa que implementa medidas poco ortodoxas de acuerdo al ideario de Cambiemos, ya que apunta a controlar y limitar el poderío de las grandes marcas, para dar el mismo lugar en góndola a los productos de las pequeñas y medianas empresas.
Es sabido que las estrategias de marketing que aplican los marcas más importantes y poderosas de productos comestibles, de limpieza y primera necesidad pasa por negociar con las grandes superficies e imponer la exhibición de sus productos en los estantes llamados de “visión horizontal” es decir, los que el consumir tiene al alcance de su mano y su mirada. Esta práctica usual de competencia desleal, relega a las marcas más pequeñas o con menor poderío a ocupar los lugares más cercanos al suelo y alejados de la vista y el alcance del consumidor, con el consiguiente perjuicio para ambos.
Según el proyecto que se presentará este jueves en el Senado, y al que tuvo acceso MediaNews, “la situación actual genera una serie de consecuencias con impacto desfavorable tanto para los consumidores como para los proveedores, especialmente las pequeñas y medianas empresas para las que resulta particularmente difícil acceder con sus productos a las góndolas de los grandes Supermercados”.
En concreto, la normativa prevé que “se respete el espacio ocupado por productos de una misma marca, proveedor o grupo económico de empresas de cualquier manera vinculadas o integradas”, y que sin importar el tamaño de la empresa o la notoriedad de la marca, la exhibición de sus productos “no supere el treinta por ciento (30%) del espacio de cada góndola, dentro de la misma categoría de producto”. El proyecto, inspirado en normativas de países de la región como Chile y Colombia, así como también de España, el Reino Unido y Australia, establece medidas muy concretas: “la mercadería deberá ser rotada periódicamente, de manera tal que toda la mercadería independientemente de su proveedor esté a una altura de visión horizontal, durante el mismo tiempo.”
El proyecto, del cual la gobernadora Vidal apunta a obtener una media sanción aprovechando la mayoría de Cambiemos en Senadores, establece designar una Autoridad de aplicación para inspeccionar, comprobar y juzgar los posibles incumplimientos, además de establecer serias medidas en caso de comprobar la infracción: los comercios y empresas podrían ser multados por un monto de entre diez mil y cincuenta millones de pesos, sufrir el decomiso de sus mercaderías o incluso la clausura del establecimiento.
Esta iniciativa del gobierno bonaerense se presenta en paralelo con la llamada “Ley de góndolas” que propusieron a nivel nacional Elisa Carrió y el Frente Renovador, a la que se había opuesto Mauricio Macri y que recientemente aceptó negociar.
