Los resultados del último estudio toxicológico arrojaron que de los 723 agentes que se sometieron a los análisis, 22 se encontraba bajo los efectos de alguna droga: doce habían consumido cocaína, ocho marihuana y los últimos dos psicofármacos. A todos ellos se les quitó su arma reglamentaria y fueron puestos en tratamiento.
Fuentes oficiales explicaron este lunes que los estudios se realizaron en 14 dependencias policiales de La Plata, Avellaneda, Quilmes y La Matanza. Se trató de un test obligatorio, tal como lo dispuso el gobierno bonaerense desde abril de 2017.
Esta vez fue el turno de un importante grupo de policías que debieron presentarse en las instalaciones de Fundartox, entidad que preside el titular del área de toxicología del Hospital Fernández, Carlos Damín.
Según se indicó, los agentes debieron entregar sus armas reglamentarias, así como también fueron relevados de sus responsabilidades a través de una licencia por carpeta médica y comenzaron a realizar un tratamiento por sus adicciones.