La Inteligencia Artificial está transformando las redacciones nigerianas
A medida que la IA revoluciona las prácticas periodísticas en todo el mundo, las redacciones de Nigeria integran cada vez más herramientas de este tipo para producir historias y distribuir contenidos.
Si bien estos recursos no pueden sustituir el trabajo de los humanos, pueden hacer varias tareas, como sintetizar y analizar grandes conjuntos de datos y verificar hechos.
Desmontar información falsa
Internet ha hecho posible que la gente acceda y comparta rápidamente información. Y esta información se suele difundir hoy en día en las redes sociales, donde las noticias falsas se propagan seis veces más rápido que las reales.
Pero esa no es su única vía de distribución. También viaja por radio, señala Silas Jonathan, director de investigación digital de Dubawa, un proyecto de fact-checking de África Occidental fundado por el Centro para la Innovación y el Desarrollo del Periodismo. Consciente de ello, en mayo de 2024 Dubawa introdujo un chatbot impulsado por IA y una plataforma de audio para desmontar desinformación.
«Cuando hablamos de contrastar información falsa solo nos fijamos en las redes sociales. Pero nos dimos cuenta de también se miente mucho en la radio y nadie lo verifica», explica Jonathan.
Tras registrarse, los usuarios pueden utilizar la plataforma de audio Dubawa para monitorear programas de radio en directo, transcribir grabaciones y verificar afirmaciones.
A diferencia de la mayoría de las herramientas de IA actuales, creadas con una orientación occidental, la herramienta permite a los periodistas transcribir los dialectos ghanés y nigeriano del inglés, y en inglés pidgin. La organización también tiene previsto ampliar la plataforma a las lenguas locales de Ghana y Nigeria, así como al árabe y al francés, señaló Jonathan.
El chatbot Dubawa, por su parte, funciona en WhatsApp, generando respuestas a las consultas de los usuarios y enlaces para obtener mayor información.
Las respuestas se basan en las verificaciones de Dubawa y de la Red Internacional de Fact-checking (IFCN). «Cuando haces una consulta, no te da respuestas aleatorias de fuentes desconocidas. Te da respuestas y referencias de información ya verificada que ha pasado por el proceso editorial» explica Jonathan.
Sin embargo, «cuando al chatbot le haces una consulta que aún no está verificada, no obtienes ninguna respuesta viable. La respuesta tiene que estar entre nuestras verificaciones o las de medios confiables que hemos seleccionado para la base de datos», dice.
El número de usuarios que aprovechan la herramienta va en aumento. Solo el mes pasado, el chatbot registró 9.000 usuarios y Dubawa Audio 4.000 en Ghana y Nigeria.
De los datos a las historias
En 2022, la organización nigeriana Dataphyte lanzó una herramienta de IA llamada Nubia que ayuda a los usuarios a analizar grandes conjuntos de datos y convertirlos en historias.
Estas historias son un «primer borrador» que los editores humanos deben afinar, explica Ibilolia Akahome, directora de programas y desarrollo de Dataphyte. «La herramienta se creó como una sinergia entre la inteligencia artificial y la inteligencia humana», dice. «El primer borrador debe ser mejorado por los periodistas».
Bernardo Motta, profesor asociado de periodismo en la Universidad Roger Williams, se hace eco de la importancia de la supervisión humana de la herramienta. «Lo que hace que las historias sean buenas y atractivas es la conexión humana. En periodismo hablamos de personas del mundo real, y la IA no tiene esa información, o cuando la tiene la distorsiona», dice. «Es un problema cuando la IA llega a conclusiones».
Nubia ha ayudado a Oluwasegun Abidoye, analista de datos y periodista de investigación de Dataphyte, a producir varios reportajes. En julio, por ejemplo, utilizó la herramienta para informar sobre la distribución de electricidad en Nigeria.
«Introduje el conjunto de datos y me dio una historia de la vida real. Es muy útil y fácil de usar, y ahorra tiempo», explica Abidoye. «Con Nubia, pudimos enterarnos si suministraban suficiente energía a los usuarios, e incluso las ganancias totales».
Sin embargo, uno de los principales problemas con los que se encontró Abidoye es que no podía introducir varios conjuntos de datos a la vez para compararlos entre sí. «Quisimos comparar [los resultados] con otro país, pero el conjunto de datos inicial no podía ayudarnos a hacer esa comparación Tuvimos que generar otro conjunto de datos».
Comprender cómo funcionan las herramientas de IA
Para animar a que más usuarios sumen estas herramientas, tanto Dubawa como Dataphyte invierten en formación. Solo este año, Dataphyte organizó más de 20 sesiones de capacitación para profesionales de los medios de comunicación, profesores y estudiantes universitarios, mientras que Dubawa ha formado a unos 4.000 periodistas de toda África, en Gambia, Kenia, Liberia, Nigeria y Sudáfrica.
Dadas las preocupaciones éticas que despierta el uso de la IA en las redacciones, el tema no debería eludirse en las formaciones.
«Nunca podemos dar por sentado que la gente que hace periodismo ha recibido formación sobre ética periodística, así que eso tiene que formar parte de las capacitaciones», explica Motta. «Los periodistas tienen que entender cómo se crean las herramientas de IA y cómo funcionan. Si solo se les enseña a utilizar una herramienta, te vuelves sustituible».
También deben ser conscientes de los datos que las herramientas de IA pueden estar reuniendo sobre ellos. «Si estás utilizando una herramienta que no sabes lo que hace, te puedo garantizar que está recopilando información tuya y ese es otro problema, ya que podrías estar dando también información sobre tus fuentes», añadió Motta. (JNET)