Discos Laptra celebra su apuesta por una construcción colectiva con el regreso del Festilaptra
Discos Laptra, la disquera emblemática del indie rock nacional con base en La Plata, celebrará mañana su apuesta por una construcción colectiva y autogestiva con el regreso del Festilaptra desde Ciudad Cultural Konex tras varios años de ausencia y con una grilla nutrida de diez artistas de su plantel como Santiago Motorizado, 107 Faunos, Bestia Bebé, Antolín y Javi Punga.
El encuentro musical, que animarán también otros proyectos como Hojas por el Barrio, Koyi, Las Ligas Menores, Media Hermana, Nina Suárez, Reno y Tigre Ulli, viene a poner en valor el camino iniciado hace veinte años por un grupo de artistas y amigos que terminaron definiendo el sonido de una época y a la vez delineando un camino posible para otros.
En diálogo con Télam, los músicos Santiago Motorizado (El Mató a Un Policía Motorizado) y Javier «El Gato» Sisti Ripoll (107 Faunos) recordaron los comienzos del sello a comienzos del segundo milenio cuando la Argentina recién comenzaba a salir del pozo de la crisis del 2001.
«A nosotros nos pone muy contentos volver a hacer el Festilaptra y también ver la recepción del público. Es una gran alegría volver a encontrarnos ahí», señaló Ripoll, mientras que su colega aportó que el reencuentro tuvo que esperar varios años por cuestiones «logísticas» pero que finalmente se dieron las condiciones para poder compartir «desde el presente y no desde la nostalgia».
En ese sentido, Santiago Motorizado apuntó que «ojalá en el camino, de acá a futuro, se sumen nuevos artistas» al sello y que el encuentro les sirva «sobretodo a las bandas nuevas» que son las que «más necesitan de este tipo de eventos, festivales y de la ayuda de un colectivo» para «difundir su música» en «un encuentro donde la música en vivo va a estar para ser celebrada».
Sobre los orígenes del proyecto Laptra, que sirvió desde sus comienzos para darle contención y organización autogestiva a un grupo de amigos artistas, señalaron: «Buscábamos algo que nos represente a todos más allá de esos recortes caprichosos de ese grupo de amigos que fueron armando bandas. Surgimos como colectivo a raíz de eso y tratando de imitar la lógica de algunos sellos que admirábamos y que tenían un sonido determinado y también una curaduría especial», evocó el vocalista de los 107 Faunos, subrayando también que el proyecto «llegó mucho más lejos» de lo que hubieran imaginado.
Con la publicación del primer EP de El Mató titulado «Tormenta Roja» quedaba formalmente inaugurado Discos Laptra y el comienzo de la ebullición del indie rock platense: «No teníamos ninguna referencia muy directa y, realmente, tampoco éramos conscientes del camino. Sentíamos que era el único posible, con un poco de inocencia también y sabiendo que el mundo de la industria, los sellos y todo eso, nos era muy lejano, al punto de ni siquiera considerarlo o fantasear con conocerla», agregó Santiago.
«No era algo que nos interesara. Sentíamos todo el tiempo que nuestra música iba por otro lado y que solamente nosotros podíamos llevar a cabo estos proyectos sin esperar nada de nadie. Pero lo vivíamos con paz, sin resentimiento ni nada, porque creíamos que lo normal era eso. Era un momento de La Plata donde había mucho de lo autogestión y lo artesanal», sostuvo.
En sintonía con la llegada de los avances tecnológicos que favorecieron las grabaciones domésticas con una computadora y una placa de audio, es que también comenzaron a proliferar y a circular en diversos formatos como casette y cds obras musicales independientes.
«Muchas bandas aparecían y repartían lo que antes se llamaban demos y luego pasaron a ser directamente sus discos. Y se repartían así, con tapas caseras hechas con fotocopias, y eso era muy hermoso. Nuestro primer disco fue un desafío y tuvimos que averiguar cómo es que grababan discos de manera independiente. Averiguamos y dimos con la Unión de Músicos Independientes (UMI) que nos ayudó un montón: desde imprenta hasta trámites en Sadaic», señaló.
Esa aventura fue empapando de herramientas y conocimientos al colectivo artístico que asumió su propio destino y empezó a intervenir en todos los eslabones de la cadena de la producción de una obra: «Hoy ya es más común y es otro mundo; ya dimos la vuelta y ni siquiera se fabrican los discos y es todo digital pero me encanta todo, el haber vivido aquel mundo y vivir este también para poder comparar y tomar lo mejor de cada etapa».
Para «El Gato» Ripoll, la construcción de esa comunidad artística que hasta hoy tiene su base de operaciones en La Plata y un pie en Buenos Aires fue vital para «encontrar fuerzas» y «enfrentar esos tiempos» del país saliendo de la crisis: «Lo colectivo fue muy importante porque las bandas no alcanzábamos a juntar todos los equipos para tocar en vivo. Mucho de la logística se gestó ahí y fue súper importante. De lo colectivo sale la fuerza, pero también el sostén para poder encarar este hobbie caro que es el de la música, donde se requiere comprar equipos, instrumentos y montar una logística para moverlos».
«Fuimos aprendiendo y colectivizando. Ahí nos ahorrábamos un montón de pasos que tal vez solos no hubiéramos llegado nunca a sortear siendo una banda sola. Eso también fue importante: aprender haciendo y todo por nuestra cuenta, tanto en la organización como en la producción o la grabación», completó el músico platense que, al igual que la banda de Santi Motorizado, figura con su proyecto como uno de los fundadores de la disquera.
Télam: ¿Cómo es ver que hoy dentro de Laptra conviven con nuevos artistas que de algún modo son hijos artísticos de esa hazaña y que, de algún modo, continúan con esa línea sonora?
Javier Sisti Ripoll: La verdad es que nos mantuvimos haciendo cosas y nunca paramos de editar discos. Por ahí en estos 20 años que tiene Laptra hubo un montón de cosas que empezaron, terminaron, fueron y vinieron. Por ahí nosotros, si bien dentro del universo de cada banda hay rasgos particulares y hubo cambios en la manera de grabar, la esencia del sonido sigue siendo bastante particular. Quizás sea por las influencias que eran bastante marcadas a la hora de empezar a hacer esto. También por la manera de grabar que teníamos al principio que delineó este sonido que terminó rebotando en muchos otros lugares y fueron apareciendo como otras líneas de continuidad, incluso por fuera de Laptra y en otros países y escenas. Se fue abriendo camino de alguna manera y todo lo que hicimos se fue amplificando. Había una retórica bien definida en el sonido de Laptra que no sé si estuvo pensada en un principio pero creo que fue por las influencias que teníamos en común. También hay gente que se ha ido haciendo muy cercana y que lo siguió cultivando como Nina (Suarez) o Tigre Ulli que es un desprendimiento de Las Ligas Menores, o Media Hermana, que son bandas nuevas. A veces me preguntan por qué no sumamos más artistas y la respuesta es que no tenemos estructura para darles algo que por ahí otros sellos sí pueden. Quizás a partir del Festilaptra se pueda dar esa infraestructura, pero antes no podíamos prometer nada que no podíamos dar.
T: ¿De qué manera se vincula este desembarco que hará en junio El Mató a Un Policía Motorizado en el Movistar Arena con el presente de Laptra? ¿Se vive también como un triunfo colectivo esta llegada?
Santiago Motorizado: Obviamente que sí, tanto como cuando anunciamos estas cosas o como cuando bandas de Laptra como Bestia Bebé sellan una nueva gira por España, como esta última donde agotaron entradas en Madrid y tuvieron que sumar una segunda función. Estas cosas la celebramos entre todos porque primero somos amigos y después también creemos mucho en lo colectivo en todo sentido. Incluso dentro del concepto de artista solista aunque uno termine de escribir una canción o de crear una melodía en solitario en su cuarto, eso siempre viene de algo colectivo. De la nada no sale nada; eso es importante tenerlo en cuenta. Y por eso estas cosas se conjugan con el regreso del Festilaptra, donde queremos celebrar un poco eso, la comunión y lo colectivo que nos acompaña desde que arrancamos y fundamos Laptra en 2004. Fue ahí que tuvimos que crear un logo para ponerlo en la portada. A partir de ahí, arrancamos un camino de bandas amigas más otras que se fueron sumando en el camino y de las que ahora somos amigos. Así que tocar en el Movistar Arena, que es como una especie de clásico moderno de la Ciudad de Buenos Aires y que se convirtió en el escenario cerrado más importante es algo que, obviamente, nos entusiasma, nos pone felices y con las expectativas altas.
T: ¿Cómo sigue el camino de 107 Faunos tras la salida de este nuevo single titulado «Bar de Playa»?
JSR: Va a salir un disco a mitad de marzo. Todavía no sé cómo se va a llamar y recién después de sacarlo saldremos a tocarlo. En la medida de lo posible, queremos ir a la mayor cantidad de lugares. El disco ya está terminado en un 95 por ciento. Y seguimos trabajando más o menos de la misma manera, bastante tradicionales en el sentido de que hay apenas una canción un poco más contemporánea. Nos seguimos juntando a tocar, a hacer maquetas en la computadora, algo que hacemos desde hace bastante tiempo. Hoy quizás hay muchas cosas que las resolvemos por mensaje o mail o con intercambios a la distancia porque la mitad de la banda vive en La Plata y la otra en Buenos Aires.