Javier Milei comienza su gira en EEUU con Luis Caputo y Nicolás Posse.
Tendrá encuentros en el Tesoro, la Casa Blanca, el Departamento de Estado y el FMI en las que podrá comenzar a tejer vínculos decisivos para sus planes de gobierno.
La visita de Milei a Estados Unidos, su primer viaje al exterior desde que se impuso en la segunda vuelta de la elección presidencial, tendrá dos paradas. La escala inicial en Nueva York tiene un motivo personal. Milei visitará otra vez “El Ohel”, la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson, mejor conocido como “el Rebe de Lubavitch”, un lugar sagrado para el judaísmo. “Voy a dar gracias”, dijo. Tras esa parada espiritual, Milei seguirá viaje a Washington, con una misión concreta: marcar el inicio de su relación con la Casa Blanca, el Tesoro y el Fondo Monetario Internacional (FMI), tres jugadores críticos para su programa económico, que apunta a imprimir un giro radical en el rumbo de la Argentina.
En la agenda, todavía sujeta a cambios, hay previstas reuniones con el staff del Fondo, funcionarios del Departamento de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, el brazo de política exterior del Ala Oeste, y también del Tesoro, que debe dar un veredicto sobre sus planes. De momento, no está prevista ninguna reunión en el Congreso. La visita no apunta en principio a conseguir fondos frescos.
Milei llegó a Estados Unidos en un vuelo privado acompañado por Luis “Toto” Caputo, ya posicionado como timonel de su equipo económico, y su futuro jefe de Gabinete, Nicolás Posse. Antes de emprender vuelo, publicó una foto con ambos en la red social X. La comitiva también incluiría, según trascendió anoche, aunque no se confirmó oficialmente, a su hermana, Karina Milei; Santiago Caputo, una de sus manos derechas y a quien el libertario definió como “el verdadero arquitecto” de su triunfo, y Gerardo Whertein, quien se perfila como futuro embajador en Washington.