El Papa recibió al Congreso Judío para dialogar sobre la situación de los rehenes en Gaza
El papa Francisco en el marco de las crecientes tensiones geopolíticas en el Medio Oriente recibió al presidente del Congreso Judío Mundial (WJC), Ronald S. Lauder que estuvo acompañado por Claudio Epelman, comisionado para el Diálogo Interreligioso del WJC y director ejecutivo de su rama latinoamericana.
Durante la audiencia, Lauder llamó al Papa a hacer uso de su autoridad moral para instar por el inmediato regreso de los rehenes israelíes secuestrados en Gaza tras el ataque de Hamás al Estado judío. Francisco imploró por su pronta liberación, y compartió su preocupación por el destino de las doscientas personas retenidas en Gaza. Anteriormente, ya había reconocido el derecho de Israel a defenderse antes los terribles ataques del pasado 7 de octubre.
“Pedimos al Papa que utilice su poder, su fuerza, para liberar a estos rehenes”, expresó Lauder al dirigirse al pontífice. “Puede que usted sea la única persona con la autoridad moral para hacer esto. Creo que Dios, a su manera, nos ha traído hoy aquí para pedir esto en nombre de todo el pueblo judío del mundo”.
La reunión coincidió con la inauguración de la oficina de representación del Congreso Judío Mundial ante la Santa Sede, lo que marcó el establecimiento de la primera oficina de enlace de una organización judía en propiedad del Vaticano y la profundización de los lazos judío-católicos.
En el acto de inauguración de la oficina, el cardenal Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, subrayó la profunda resonancia de la ocasión. Parolin reiteró a los periodistas que el Vaticano condenó enérgicamente los recientes ataques terroristas contra Israel. También enfatizó el llamado del Papa Francisco a la liberación de los rehenes retenidos por Hamás en la Franja de Gaza.
Hacia el cierre de la ceremonia Lauder aseguró que “durante décadas, el Congreso Judío Mundial ha buscado incansablemente un vínculo más profundo entre los judíos del mundo y la Iglesia católica. La inauguración de nuestra oficina en el Vaticano cristaliza la dedicación inquebrantable tanto del WJC como de la Santa Sede para reparar las divisiones históricas y esculpir juntos un futuro subrayado por la unidad, particularmente mientras Israel contrarresta ataques devastadores”.
Para finalizar y en un gesto simbólico, el Presidente del WJC entregó al Papa Francisco el documento “Kishreinu” (hebreo de “Nuestro vínculo”). El mismo fue el resultado de un trabajo colaborativo entre sus 100 comunidades miembro, y resume el intrincado entramado histórico y cultural que une a las comunidades judía y católica de todo el mundo. “Kishreinu” se presenta como la respuesta del WJC a la innovadora Declaración Nostra Aetate del Concilio Vaticano Segundo, y pretende marcar el rumbo para el futuro de las relaciones judío-católicas. (Aurora)