Adrián Álvarez, desde el CONSUDEC: «Hay que poner la educación como política de Estado»
Adrián Álvarez, presidente del Consejo Superior de Educación Católica (Consudec) y dirigente de la Acción Católica Argentina, se refirió en una entrevista reciente a la situación de la educación católica en el país, y también reflexionó sobre el Pacto Educativo Argentino, la formación de directivos, los modelos de gestión y la comunidad educativa iberoamericana.
“La mayor propuesta que estamos trabajando, junto con la Comisión de Educación del Episcopado, es el Pacto Educativo Argentino en el marco del Pacto Global Educativo que el Papa ha convocado”, destacó.
Desde la Comisión de Educación se ha convocado a un diálogo a quienes quieran poner sobre la mesa y sobre la agenda la educación como política de Estado en la Argentina. “Todo esto lo estamos llevando adelante en conjunto con la Federación de Instituciones Educativas Religiosas de la Argentina (FAERA), es una convocatoria abierta a estudiantes, docentes, padres, académicos y funcionarios”, detalló.
“La idea nuestra es que esto tenga algún reflejo en la legislatura, en el Congreso. O sea, que tenga fuerza de ley en muchas cosas, porque esto también es lo que le da continuidad a una política de Estado, que no sea coyuntural del Gobierno de turno”, añadió Álvarez, remarcando que hubo mucho consenso en muchas cuestiones generales.
Uno de los ejes centrales de su labor también está en la organización del Curso de Rectores que este año cumplió su 59º edición. “Este año no solamente hemos hecho el curso de rectores, sino que además lo hemos regionalizado en cuatro lugares distintos. En la Ciudad de Buenos Aires, en la ciudad de Mendoza, en la zona oeste del país, la zona centro en Córdoba y la zona del Litoral y Noreste, en la localidad de Posadas. Y después hemos replicado una experiencia más en el sur del país, en Bahía Blanca”, indicó el presidente del Consudec.
“Obviamente el eje siempre ha sido en estos últimos años cómo trabajar, cómo bajar al aula, realmente el Pacto Educativo. Entonces cada región ha tomado uno o dos desafíos, lo ha profundizado y esto también lo hemos filmado y hemos permitido que otros también participen de la reflexión en otras regiones del país”, agregó.
A su vez, invitó a “pensarnos como cuerpo: esta mirada de San Pablo del cuerpo místico de Cristo a veces no la tenemos tan presente en lo diario. La diversidad es riqueza. Me parece que el trabajar en comunidad claramente habla de esto, habla de la unidad en la diversidad”.
También destacó que “venimos impulsando distintas propuestas y también acciones que hacen otros que nos parecen que son importantes promover y profundizar como desafíos actuales, hablamos por ejemplo de cómo trabajamos con la inteligencia artificial hoy en nuestras aulas, también tenemos una publicación digital donde también proponemos temas para la reflexión y convocamos a distintos expertos”.
“Yo creo que el modelo nuestro tiene que ver con volver a mirar la escuela desde lo pastoral. Este debe ser un modo de gestión que atraviese todas las dimensiones de la escuela, la pedagógica, la administrativa… pues muchas veces termina siendo una pastoral de eventos, y la verdad es que nuestra escuela es católica porque su ideario es católico, porque vivimos la fe”, sostuvo.
“La Argentina tiene una realidad muy particular que a veces ni siquiera es similar a otros países de Latinoamérica o España, pero esto no significa que no podamos aprender el uno de otro y me parece que esto es clave. Nuestra mayor fortaleza es justamente ser comunidad, es ser familia, porque eso nos da una mirada más amplia y completa de la realidad”, reflexionó Álvarez.
En ese sentido, expresó: “En un mundo que es globalizado no se puede tener una mirada parcial y esta mirada amplia se construye con muchas voces”.
Consultado sobre cómo cree que debería ser el mejor centro educativo del mundo, sostuvo que “es aquel que le da respuesta a la realidad donde está inserto, aquel que educa en ese contexto. La respuesta, en nuestro caso desde la fe, pero también siendo escuela, desde los contenidos, desde las habilidades, desde las competencias que debe formar para este mundo concreto al que hoy deben enfrentarse”.
“Yo pienso que el mejor centro educativo es aquel que está encarnado en su comunidad y le da respuestas”, concluyó. (AICA)