«Motivos de la ‘decadencia del estado evidenciado por la falta de liderazgo y agresión del crimen organizado trasnacional'»
Por Mario Rafael Ruiz (*).- “El Estado es el gran articulador de las relaciones sociales para garantizar que los hombres vivan en libertad a través de sus leyes.”
Maquiavelo
En el presente artículo nos introduciremos en las causas profundas de nuestra decadencia del Estado por falta de Liderazgo y agresión del Crimen Organizado Trasnacional. La crisis política endémica que hoy nos aplasta, tiene como origen la carencia histórica de un adecuado desarrollo de nuestra cultura política, que impide la formación de verdaderos líderes que encarnen los valores centrales de nuestra Nación. Dicha carencia acarrea, entre otras falencias graves, la ausencia de liderazgos fuertes y sanos, en la llamada “clase política”. Ello impide o dificulta la acción comunitaria y dinámica para el esfuerzo de adaptación de los instrumentos institucionales al acelerado proceso civilizatorio, impulsado por la revolución tecnológica y del conocimiento.
Por lo expuesto, en primer lugar se debe entender el concepto de liderazgo, sus tipos, cuáles deben ser las características que debe presentar un verdadero líder, su vinculación con la estrategia y su valor central, es decir su representatividad cultural. Trataremos sintéticamente de dar luz sobre esta carencia que hoy se hace patética, a través de los niveles de crisis terminal alcanzados por nuestro sistema político.
Un líder es un hombre de valores que debe liderar con responsabilidad por su impactosocialycomunitario. Asimismo, debe corporizar los valores de la cultura que representa y ser capaz de convertirse en ejemplo, de modo tal que su autoridad moral le permita la adhesión franca y sacrificada de sus seguidores. En otras palabras: debe legitimar su autoridad y su poder. Además, debe tener percepciones refinadas para abarcar la “profecía” que lo inspira, en su orientación y rumbo hacia el futuro. Es esta capacidad prospectiva la que le permite la definición de los objetivos operativos y el cómo lograrlos.
Se centra la enorme responsabilidad de comandar el proceso de evolución, dentro de la civilización universal, reteniendo la propia e incambiable cultura.
Entre los grandes peligros del mal ejercicio del poder, se destaca la capacidad de modificar las esencias de la cultura y la pérdida de la Identidad. Por eso el líder es como el programador a cargo de alterar un programa fuente. La historia está llena de casos en los cuales el proceso de evolución ha caído en poder de líderes falsos, guiados por una mera ideología, con sus mitos, que con su actuar hanviolentado el curso de una Nación hacia su destino.
Se observa que nuestro sistema políticotiene como manifestación visible, en la actualidad, la licuación institucional del Estado, la anarquía social, la decadencia y la confusión dirigencial. El diccionario de la Real Academia Española define a la anarquía como: “Ausencia de poder público. Desconcierto. Incoherencia”. Sobre el concepto de confusión, expresa: “Perplejidad, desasosiego, turbación del ánimo”.
En nuestro país, bien puede hablarse de una histórica estratificación de la estructura conceptual y orgánica del Estado y de su Seguridad Estratégica. La confusión conceptual produjo parálisis política. Bajo el pomposo anuncio de “reestructuraciones organizacionales”, solo han existido “remiendos”, ajustes y achicamientos, sin orientación estratégica alguna, promovidos exclusivamente por restricciones presupuestarias, por desconfianza o por ignorancia.
Las ideologías reemplazaron, en nuestra querida Patria, a la Gran Política. La ausencia de objetivos y de un “plan arquitectónico sustentable”, transformaron al Estado en una burocracia y al remanente de la Defensa Nacional en un excedente irritativo, decorativo y costoso. La ausencia permanente de lucidez dirigencial, es cubierta hoy por el espanto social y éste puede ser el agente del cambio.
Por otra parte, la agresión del Crimen Organizado Trasnacional se ve reflejada desde la crisis social maniquea surgida desde la guerra fría (1947) y la de la deuda progresiva (1980), que vino con la desesperanza del desempleo en masa, la desnutrición crónica y la marginación: los ingredientes de un ambiente de pesimismo cultural, propicio al narcotráfico, al terrorismo y al caos de la desintegración socio-política.
Hoy, toda nuestra América Latina constituye el ámbito ideal para la propagación de lo que se denomina Crimen Organizado Transnacional y que en nuestro continente tiene un nombre: NARCOTERRORISMO.
Los grupos del crimen organizado transnacional son, de variadas formas, los que sacan más provecho de la globalización. Las empresas legítimas se ven todavía constreñidas por leyes y regulaciones extemporáneas de los países donde operan. Las organizaciones y redes del crimen transnacional consiguen, con ayuda de la corrupción, de la extorsión y de la intimidación, usar para su total beneficio a los mercados abiertos y a las sociedades en decadencia.
Hay tres tipos básicos de corporaciones relacionadas con el crimen organizado:
· Estructuras empresariales ilegales, como los carteles de las drogas.
· Firmas legales que se involucran en el delito financiero, como los bancos que, de hecho se especializan en facilitar el lavado de dinero y la evasión impositiva.
· Empresas lícitas creadas, total o parcialmente, con dinero obtenido del crimen organizado.
Las organizaciones criminales organizadas no sólo mantienen vínculos con algunas empresas legítimas y con algunos sectores del gobierno. A veces prosperan también con el terrorismo y la guerra civil. En unos 30 países, los grupos que participan en la rebelión armada contra el gobierno financian sus campañas terroristas, total o parcialmente, con ingresos generados por los impuestos que le cobran a la producción de drogas o por su participación directa en el tráfico.
No es una coincidencia que las perturbaciones políticas de la década de los ’90, en Europa Sudoriental, estuvieran relacionadas con la ruta de los Balcanes por la que, en cada año, pasan a Europa toneladas de heroína. Y no es una casualidad que Afganistán, Colombia y Birmania, los tres productores de drogas más importantes del mundo, sean al mismo tiempo el escenario de algunas de las guerras civiles más prolongadas de los últimos 50 años.
El Crimen Organizado Transnacional posee, consecuentemente, un carácter multivalente. Más allá de la mera y axial acción económica, se desempeña también necesariamente en los campos políticos y de seguridad.
Como conclusión,por las causas expuestas se hace visible la decadencia del Estado por falta de Liderazgo y agresión del Crimen Organizado Trasnacional, donde no hay Plan ni Liderazgo que incorpore a TODA LA FUERZA DEL ESTADO, doctrinas que existen en la mayoría de los países avanzados del mundo. Si no sabemos, no podemos o no queremos, por lo menos copiemos los ejemplos exitosos.
(*) Licenciado y Analista en Seguridad con posgrado en Políticas Públicas. Profesor adjunto de las materias Planeamiento para la Seguridad y Teoría de la Decisión en la carrera de Licenciatura en Seguridad Universidad Católica La Plata.
Nota de análisis y opinión de 23 de junio de 2023 para Cadena BA.