Monseñor “Tucho” Fernández: “Este Te Deum va a ser para reflexionar sobre los 40 años de democracia”
Víctor «Tucho» Fernández, es nacido en la localidad de Alcira Gigena, un pueblo de cinco mil habitantes ubicado al sudoeste de Córdoba, departamento de Río Cuarto. En junio de este año, se cumplen 5 años desde que lo designaron Arzobispo y desembarcó en la ciudad de La Plata y se consideró un inmigrante que ya un platense más.
Con motivo del Te Deum de este 25 de mayo a las 11 en la Catedral platense en el marco de la conmemoración de en la fecha histórica en la que se recuerda la revolución que dio nacimiento a la Patria fue entrevistado por Alejandro Damascos para «Somos La Plata» y al respecto el titular del Arzobispado de la Región Capital dijo: «La recuperación de la democracia es una fiesta, llevamos 40 años de democracia ininterrumpida que para América Latina es un milagro, uno se olvida de la historia, pero es mucho tiempo. Es una democracia que tiene que aprender y mejorar, pero es el camino. Este Tedeum va a ser por esos 40 años, para reflexionar sobre la democracia».
Además en el año electoral habló de la política y los políticos argentinos y sobre la cuestión «Tucho»· Fernández reflexionó: «Veo políticos que se ocupan e intentan hacer las cosas bien, sin embargo, uno quiere escuchar propuestas concretas, falta muy poco para las elecciones y uno quiere saber cómo van a hacer para resolver las cuestiones, qué medios y estrategias utilizarán para sacar adelante a la población, y no hay propuestas prácticas, ejecutables, que den esperanza. Lamentablemente, la política se ha convertido mucho en marketing».
Cinco años al frente de la Arquidiócesis de La Plata
– A poco de cumplir 5 años como arzobispo de la ciudad de La Plata, ¿qué balance hace?
– Ahora me siento en casa, conozco el lugar, camino todos los días una hora, a veces tomo un colectivo y voy más lejos, ya no me siento un extraño. Soy un inmigrante más de tantos que tiene la ciudad, voy captando la gente, la figura del platense, que tiene su estilo y los distintos tipos de platense que hay. A veces el que viene de afuera lo percibe más que el de adentro, también encuentro los defectos, por ejemplo, yo soy peatón y acá es terrible porque si te descuidas te atropellan, a veces parece que aceleran cuando queres cruzar.
A veces los puntos débiles necesitan una maduración cultural, en estos 5 años me han pasado un montón de cosas lindas, recorrí mucho los barrios, a todas las parroquias he ido 4 o 5 veces. Hemos hecho entre el año pasado y este unas 15 capillas en zonas descuidadas y olvidadas, eso me produce mucha alegría
– A usted le gusta recorrer los lugares donde está la gente que menos tiene…
– Tenés mayores satisfacciones, a veces las capillas pobres crean un sentido de comunidad, de ayuda mutua, de pertenencia que es muy lindo. Ahí es donde sentís quizás a pesar de la pobreza, mas alegría y más esperanza, es paradójico, pero es lo que ocurre.
– ¿Cuál es el trabajo de la Iglesia, en paralelo con el rol de la política, en esos lugares?
– Un aspecto importante que siempre la presencia de la Iglesia en un barrio crea comunidad, y eso es un factor de contención. A veces participa gente que no es católica ni creyente, sin miedo. Entonces en los barrios más marginales, el aporte de la Iglesia es muy importante porque ayuda a crear una pertenencia, un sentido comunitario, fraterno, porque si no es disgregación y eso crea violencia y sufrimiento. El aporte espiritual ayuda a la cohesión social, yo le diría a quien no cree, que tampoco desprecie el aporte espiritual porque hay mucha gente que tiene depresión, angustia, ganas de quitarse la vida, y a veces encuentra en la Iglesia una fortaleza interna. Aun un gobernante que sea ateo tiene que darse cuenta que eso le sirve.
Política y políticos
– ¿Cómo ve la política del país?
– Tengo amigos de distintos colores en la política porque tengo que conversar con todos, la iglesia no puede sectorizarse, es un riesgo. Me siento con gusto y afecto a conversar, veo políticos que se ocupan e intentan hacer las cosas bien. Sin embargo, uno quiere escuchar propuestas concretas, falta muy poco para las elecciones y uno quiere saber cómo van a hacer para resolver las cuestiones, qué medios y estrategias utilizarán para sacar adelante a la población, y no hay propuestas prácticas, ejecutables, que den esperanza. Lamentablemente, la política se ha convertido mucho en marketing.
Algunas situaciones son difíciles de resolver y hay que pensar a largo plazo, pero hay otras que son medianamente fáciles de resolver y no hay logística para resolver más rápido, vez que hay uno que grita, que le cobra al otro, los errores cometidos, que insultan, queremos escuchar cosas que nos hagan sacar el país adelante.
El Tedeum del 25
– ¿Cuál va a ser el mensaje del Tedeum?
– A mí me llama la atención que no haya una movida grande por los 40 años de la democracia, cuando fue la última dictadura yo era un joven que vivía en un pueblito en estado de sitio al que no se podía salir de noche. Nos juntábamos a leer y nos decían que no nos reuniéramos porque íbamos a tener problemas. La recuperación de la democracia es una fiesta, llevamos 40 años de democracia ininterrumpida que para América Latina es un milagro, uno se olvida de la historia, pero es mucho tiempo. Es una democracia que tiene que aprender y mejorar, pero es el camino. Este Tedeum va a ser por esos 40 años, para reflexionar sobre la democracia.
A su vez lo quise hacer interreligioso, habrá judíos, hindúes, varones y mujeres, para mostrar que entre las religiones hay mucha diferencia, pero sin embargo nos podemos juntar todos a rezar por un tema que nos aúna a todos. En la política hay diferencias enormes, pero no son tan grandes como la diferencia entre las religiones. Por eso en política se pueden juntar tranquilamente a charlar sobre temas que ayudan a que la gente pueda vivir mejor, hay que planificar algo. Cuando llegue a la plata hice varias reuniones entre políticos y empresarios y se logró que los partidos revisaron 4 proyectos de ley en los que estaban todos de acuerdo, para poder reflotarlos, algunos progresaron, otros no. Pero fue un momento que mostró que se podía hacer algo así.
El papa Francisco
– ¿Tiene una estrecha relación con el Papa Francisco?
– En realidad, yo no lo conozco de chico, lo trato de usted, tenemos confianza, pero siento un profundo respeto. Nos conocimos cuando yo era docente de la Facultad de Teología de Córdoba, después me eligieron vicedecano y después decano, entonces me tuve que trasladar a Buenos Aires. Como la máxima autoridad de la facultad era la UCA, era el Cardenal Bergoglio, empezamos a conocernos. Una vez fue a una charla que di, y el coincidía con lo que dije, y ahí empezamos a conversar. Después hubo una gran reunión de obispos en Brasil, que duró un mes, y él me pidió que fuera a dar una mano. Y estuve muy cerca, a partir de ahí puedo decir cómo piensa, para dónde va, qué busca, no es fácil detectarlo porque a veces ve mas allá, tiene una mente que ve lejos.
Es un bicho raro en el Vaticano, es un argentino con muchas virtudes, es muy desinhibido, no nos gusta que se hable en términos monárquico, es espontáneo, y cae en un lugar tan tradicional que resulta un bicho raro. Anda siempre con alguna sorpresa, fue logrando hacer cambios que no va a haber marcha atrás, le sacó el mito al papado. Es un tipo que si se equivoca se ríe de sí mismo, se lo va a recordar como un quiebre de la Iglesia Católica.
CAGL / FQ