El ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, advirtió que si el oficialismo pierde las elecciones y llega al gobierno de nuevo el frente Juntos o los libertarios “las calles se van a regar de sangre y muertos”, por lo cual instó a la sociedad a estar preparados y a los dirigentes a tener “responsabilidad” con lo que prometen.
El funcionario se refirió de esta forma cuando le preguntaron su opinión sobre las diferencias que se explicitaron en los últimos días en el frente Juntos por el Cambio y su opinión particular de algunas propuestas que han manifestado algunos de sus dirigentes.
Al respecto, Fernández dijo que no puede “evitar ver el grado de locura con el cual se exhiben los segmentos que representa la derecha”, ya que “todo eso sería posible con un enorme nivel de represión que no hay país que lo tolere».
“Lo que se puede ver es quiénes van a competir contra quiénes. Vemos un grupo de gente que tiene cero formación, con vocación por el agravio y por lastimar”, afirmó el funcionario, para agregar de forma contundente: “lo que propone saldría únicamente por represión, las calles quedarían regadas de sangre y muertos si tuvieran la posibilidad de ser Gobierno».
Fernández recordó que la oposición de Juntos en 2015 “llegó al poder con propuestas de izquierda perfumada», pero “en algún momento se rompió ese esquema, ahora se presentan con esas ideas esquizofrénicas y sin ninguna protección al país”.
«Si mantienen la vocación de destruir el país y frenar cualquier desarrollo, sólo cierra con una enorme represión donde va a haber sangre y muertos. Hay que prepararse, porque nadie que esté en sus cabales va a aceptar eso», añadió.
Por otro lado, y el ministro mostró su confianza de que todos los sectores del Frente de Todos finalmente aceptarán ir a elecciones Primarias, Abierta, Simultánea y Obligatoria (PASO).
«Las PASO vinieron a reemplazar a las internas dentro de un mismo partido, donde el caudillo elegía con el dedo, o la rosca de los ventajeros elegía con el dedo», señaló Fernández.
En ese sentido, apuntó que «bajó la espuma» en el oficialismo, porque desde el kirchnerismo duro atenuaron las críticas al gobierno y estimó que “todos están listos para salir a militar electoralmente cuando el Presidente dé la orden”.
En ese sentido, agregó: “Yo tengo toda la vocación del mundo de ganar. El que manda es el Presidente, que es quien da el puntapié inicial. Soy un carnívoro hecho y derecho y no sé vivir de otra manera que no sea comiendo carne. Necesito que el Presidente de el guiño nomas».
