Cumple 70 años John Deacon, el silencioso bajista y creador de grandes éxitos de Queen
Se encuentra totalmente alejado de la vida pública desde la muerte del líder de la banda, Freddie Mercury. Su rol fue clave para el éxito del conjunto. Fue el autor de la famosa introducción de bajo del tema «Under Pressure».
John Deacon, el silencioso pero imprescindible bajista de Queen a partir de su aporte autoral en inolvidables éxitos de la banda, cumple 70 años, totalmente alejado de la vida pública prácticamente desde la disolución de la formación histórica, en 1991, t
John Deacon, el silencioso pero imprescindible bajista de Queen a partir de su aporte autoral en inolvidables éxitos de la banda, cumple 70 años, totalmente alejado de la vida pública prácticamente desde la disolución de la formación histórica, en 1991, tras la muerte de Freddie Mercury.
A pesar de su bajo perfil, Deacon resultó imprescindible en el andar del legendario grupo, no solo por la sólida base rítmica conformada junto al baterista Roger Taylor, sino por la creación de hits como «Another One Bites the Dust», «You´re My Best Friend», «I Want to Break Free», «Spread Your Wings» y la balada «Friends Will Be Friends», esta última en colaboración con Mercury, entre otras.
También fue el autor de la famosa introducción de bajo del tema «Under Pressure y sobresalió en interpretaciones en donde mostró su calidad como instrumentista en «Crazy Little Thing Called Love», «A Kind of Magic» y «Dragon´s Attack», por citar apenas algunas canciones.
John Deacon creó el comienzo de clásicos «Under Pressure»
De esta manera, el bajista se posicionó como el músico que dotó de un pulso pop a Queen, en equilibrio con el toque más rockero de Taylor y del guitarrista Brian May, y el perfil operístico y de vodevil de Mercury.
Por fuera del grupo, el músico fue el único que casi no incursionó en aventuras solistas y, más allá de alguna aparición esporádica, se rehusó a seguir adelante luego de la muerte de Mercury, aunque dio el visto bueno para que May y Taylor continuaran manteniendo vivo su legado.
«Cuando murió Freddie también perdimos a John«, comentaron con total certeza en alguna oportunidad los otros dos miembros del grupo.
A pesar de su bajo perfil, Deacon resultó imprescindible en el andar del legendario grupo, no solo por la sólida base rítmica conformada junto al baterista Roger Taylor, sino por la creación de hits como «Another One Bites the Dust», entre otros.
Nacido en Leicester un 19 de agosto de 1951, John Deacon estudió guitarra de chico pero se convirtió en bajista cuando integraba una banda juvenil, ante la necesidad de cubrir ese rol.
Tras algunas experiencias de nulo éxito, conoció en 1971 a sus futuros compañeros de Queen, quienes lo invitaron a audicionar para cubrir el puesto de bajista que estaba vacante.
Desde entonces y hasta 1991, el músico se dedicó con exclusividad al grupo, en una labor que además de lo musical se extendió a lo técnico, debido a su formación como ingeniero eléctrico, lo que le permitió crear algunos amplificadores especiales para los bajos y guitarras.
Según comentó a Télam Billy Bond, responsable de la gira de Queen por América del Sur en el verano de 1981, cuando se lo consultó por los 40 años de ese hito, Deacon era el integrante que se ocupaba de manera casi personal de las finanzas de la banda.
«Brian y Roger eran los capos del grupo que estaban en todo y John era el administrador», recordó el legendario creador de La Pesada del Rock and Roll.
El bajista se posicionó como el músico que dotó de un pulso pop a Queen, en equilibrio con el toque más rockero de Taylor y del guitarrista Brian May, y el perfil operístico y de vodevil de Mercury.
Como único miembro que nunca puso la voz principal a ningún tema de Queen, Deacon apenas registró en 1986 un single titulado «No Turning Back», en una efímera formación a la que bautizó The Immortals, que se convirtió en su único proyecto musical por fuera del popular grupo.
A lo largo de su carrera artística, a diferencia de Mercury y Taylor, el bajista se mantuvo alejado de los excesos y cultivó un perfil de padre de familia que, sumado a su aspecto, se ubicaba en las antípodas del prototipo común de las estrellas de rock.
Apenas fue parte de una polémica cuando a finales de los `80 confrontó al rapero Vanilla Ice por la indudable similitud entre la introducción de bajo de «Under Pressure» y «Ice Ice Baby».
Tras la muerte de Mercury, el bajista se fue alejando de la vida pública y tuvo algunas intervenciones episódicas, como su participación en el famoso concierto homenaje de 1992 en el Estadio de Wembley o la producción del disco póstumo «Made in Heaven», de 1995.
En los últimos años apenas se pudieron ver algunas fotos suyas tomadas por paparazzis mientras caminaba por las calles de su barrio. Ningún desprevenido apostaría un centavo a que ese hombre fue parte de una de las bandas de rock más famosas de la historia. Aunque seguramente tampoco lo hubiera hecho si se lo cruzaba debajo de un escenario cuando era parte de Queen.