Norma Morandini: “El kirchnerismo profanó la historia y hoy el griterío y los insultos nos alejan de puntos en común”

Norma Morandini: “El kirchnerismo profanó la historia y hoy el griterío y los insultos nos alejan de puntos en común”

José Ortega y Gasset escribió que los animales viven en estado de alteración ante la naturaleza y se adaptan, mientras el hombre tiene la capacidad del ensimismamiento, para asimilar, reflexionar y transformar la realidad. Ese camino parece haber elegido la reconocida periodista, defensora de derechos humanos y ex legisladora nacional Norma Morandini, quien reconoce que se viven tiempos de “vulneración de derechos y falta de respeto a las discrepancias”, pero evita el consumo de noticias y los debates políticos para preservarse de “griterío emocional y los cruces en redes sociales sin argumentación”, que a su juicio “aleja cada vez más” a la dirigencia política de las necesidades de la gente.

La escritora consideró que la política viene perdiendo su esencia, toda vez que ha dejado de ser “el espacio que compartimos para hablar de cosas que nos son comunes para acordar proyectos que transformen la realidad en beneficio de la gente, para crecer mutuamente salvando errores y tener una sociedad más democrática”, lo cual “hoy es casi imposible”.

En ese sentido, la ex titular del Observatorio de Derechos Humanos del Senado de la Nación dijo que los temas centrales y comunes que deberían unir a la dirigencia con la sociedad deben pasar “por acuerdos de políticas profundas de abordaje de las consecuencias económicas y de salud de la pandemia”, pero “vemos cómo se está distorsionando el debate y eso es pura responsabilidad de los gobernantes”.

Al respecto, criticó la clave o tamiz electoral que va tomando el mapa de gestión pública en un contexto tan difícil. “Acá nos confinan por una cuestión sanitaria y hay que pensar en que no sólo afecta al que tiene la posibilidad de ocio. El que depende de una changa o un trabajo en negro para comer, se le torna dramático vivir directamente. Y el relato frente a esto no puede ser superficiales, contar la sociedad con números o estadísticas y argumentar así desde el poder político”.

“Tenemos que dejar de hablar de números y porcentajes y buscar puntos en común para salir de este atolladero. No se puede hablar de la vida y de la muerte o de trabajo o cierres que afectan a miles así. Y si se plantea una objeción casi no se lo permite. La democracia es la escuela de la argumentación y acá se llegó a un punto en el que se cancela la discrepancia, se niega la diversidad. Se instala que hay una sola forma de opinar y si usted no la comparte no tiene derecho a opinar”, reflexionó Morandini, en declaraciones a “No es lo que parece” por FM 96.7 de La Plata.

Mientras vislumbra esto en el plano político dirigencial, el periodismo que forjó y le dio proyección también es foco de sus críticas: “En el periodismo nos hemos vuelto correveidiles de lo que pasa en el poder por un lado y al hablar de la sociedad se la simplifica con los números de las encuestas. El periodismo comprometido debe ir a auscultar a la sociedad, no debe dejar que lo hagan los responsables de encuestas estado de ánimo o intención de voto en elecciones, es una enfermedad agregada de la cual debemos hacernos cargo”.

Por este diagnóstico profundamente crítico, la ex senadora dijo que mantiene una actitud de autopreservación y ensimismamiento frente a la realidad: “No miro tantas noticias, no por negación, sino que no quiero quedar contaminada con el griterío, los insultos y esa imposibilidad de poder acercarnos a las cosas necesarias. Porque es triste en un contexto tan duro que todo lo dominen los números por un lado o el griterío emocional y los cruces en las redes sociales sin argumentación. Es tan dramático lo que vivimos, que no podemos darnos el lujo de ser tan superficiales en las cosas que hablamos. Por eso me he llamado a silencio”.

Kirchnerismo y autocracia

Además, Morandini dio su visión de aspectos políticos del kirchnerismo como principal aparato de sostén del gobierno nacional: “Todo mi período como senadora y después como responsable del Observatorio lo viví con el kirchnerismo en gestión. Y puedo decir que tienen una concepción de la democracia más electoral, hay que ganar las elecciones y después eso es un cheque en blanco para tomar decisiones impopulares. Cuando la democracia liberal, palabra a la que le tienen tanto resquemor, nace desde los derechos humanos. Es una concepción que nace de las cenizas del nazismo con el mundo horrorizado que da camino a la Declaración Universal de los Derechos Humanos y nuestra Constitución está suscripta a 12 tratados internacionales sobre esto. Por eso no hay que hacer otra cosa que respetar la Constitución al gobernador y cuando insisten en reformarla, tal vez esconden la idea de acabar con una Constitución de avanzada que tenemos”.

Al respecto, agregó: “hay que gobernador cumpliendo lo que manda la Constitución respecto de la división de poderes, y con la participación ciudadana, otro rasgo de la democracia. Lo otro es una concepción del poder autocrática, que venera a una sola persona por encima de las instituciones y la pluralidad, que no es relevante por sí misma sino para entendernos desde las diferencias en el marco del diálogo de la comunidad”.

“En la Argentina el debate irresuelto es democracia versus autocracia. Tenemos un andamiaje institucional débil y una cultura que las afecta y las vulnera. Entonces, en esa discusión de modelos me siento más cercana a los espacios democráticos y no de quienes no creen en la democracia. Hoy soy parte del espacio de Juntos por el Cambio, pero me niego a las discusiones personalistas dentro de él, soy una persona libre para pensar y discutir. De hecho, oportunamente fui candidata a vicepresidente de Binner, porque me referencio en ideas socialdemócratas, pero si repasan los nombres de quienes nos acompañaron, mayoritariamente están en el kirchnerismo con su concepción de poder. Yo puedo dar cuenta de mis convicciones y actos, estando siempre en el mismo lugar”, indicó Morandini.

La periodista y escritora dijo que “la esencia de la democracia es el respeto a la diversidad, entendiendo que no es un delito tener un pensamiento de derecha ni de izquierda y deben respetarse ambos” y agregó: “la dictadura persiguió, encarceló y desapareció a quienes tenían pensamiento de izquierda, hoy quien tiene pensamiento de derecha o disonante es perseguido y no debe ser así, cada quien puede pensar lo que desea mientras no incite al odio y la violencia”.

Venezuela: doloroso retraso

En línea con el razonamiento planteado de defensa integral de los derechos humanos como pilar de la democracia, la ex legisladora criticó la postura del gobierno nacional de retirar la condena internacional contra las violaciones a libertades individuales en Venezuela.

Sobre esto, afirmó que “la prepotencia del Estado violando derechos humanos no tiene ideología, no se la puede justificar si es de derecha o de izquierda, nadie puede defender o negar lo que ocurre en Venezuela”.

“Alcanza con ver lo que ocurre simplemente en nuestras calles. Sólo con preguntarle a los chicos y familias inmigrantes de Venezuela por qué vinieron desesperados. Se trata de tener empatía con el otro. Después están los informes internacionales de Bachelet en base a estudios de violaciones y mil y una pruebas que confirman eso. Llama la atención esto, porque Argentina no sólo recibió ayuda y solidaridad de Venezuela durante la dictadura, sino que fuimos un modelo de defensa de los derechos humanos y ahora este cambio. Es una alerta y un doloroso retroceso. Porque la violación de derechos no tiene partido”, agregó.

Profanación de la memoria

Por otra parte, aunque siguiendo con las críticas al kirchnerismo, la ex senadora acusó a este sector político de “profanar la memoria y distorsionar la historia a través de la interpretación de los hechos de acuerdo a su visión política y otras cosas lamentables”.

Por ejemplo, la luchadora de los derechos humanos y exiliada en dictadura cuestionó que durante los gobiernos kirchneristas se haya “convertido a la sede de la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada) prácticamente en un santuario peronista montonero”.

En ese sentido, se mostró en contra de que a este último lugar le hayan cambiado el nombre para erigirlo en un paseo de la memoria, actividades militantes y educativas con sesgo particular: “En Alemania no existe ex Auschwitz (el mayor campo de concentración y exterminio nazi), con la intención de anular el pasado de un lugar. ¿Acá por qué le pusimos Ex ESMA y ahora es un lugar de festivales y actos políticos? ¿No será que esa apropiación del lugar y cambio de nombre por parte de un grupo político oculta una intención de saber los hechos como realmente ocurrieron en la historia?  Ocultar que nos olvidemos de lo que fuimos capaces de hacer. No tenemos que envenenarnos con ideologías de odio que nos han llevado a lo peor”.

Nuevo libro

Por último, Morandini anunció que el año próximo estará publicando un nuevo libro, que aborda “los silencios que la sociedad argentina a lo largo de la historia se ha autoimpuesto, tapando dolores y miserias, como forma de olvido y errores”, que será “un poco la continuidad de mi primer libro, ‘De la culpa al perdón’, 20 años después del juicio a las juntas, aunque recién lo pude publicar mucho tiempo después porque nadie quería hacerlo por tener la palabra perdón en la tapa”. (Cadena BA)

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