«Zombies en el cañaveral», entretenido falso documental que pone en duda todo lo que se ve
Zombies de ficción en plena acciónCreer o no en lo que se ve en los medios y en las redes sociales a veces está por encima de los datos concretos que refleja la realidad y que se demuestra, en extremo, en el entretenido filme «Zombies en el cañaveral. El documental», de Pablo Schembri, una ficción acerca de una película perdida y escondida por la censura de los 60.
«Si uno se dedica con tenacidad a una idea y la viste de tal modo que parezca cierta puede mentir con cualquier cosa y eso me resulta preocupante. Involuntariamente se transformó en un experimento social porque yo nunca tuve la intención de engañar a los espectadores», dijo a Télam el director de la cinta que se verá este jueves con repetición el sábado a las 22 por Cine.ar TV, y a partir de este viernes, gratis, en Cine.ar Play.
La historia, a priori, es simple. En 1965, el director Ofelio Linares Montt rodó «Zombies en el cañaveral», una película que cosechó éxitos en Estados Unidos y Brasil, pero que en Argentina fue censurada por el flamante ente censor del gobierno de facto de Juan Carlos Onganía.
Pero no sólo se trata de un título perdido, sino del precursor del género de zombies, alegando, también, que sirvió de inspiración, cuando no de plagio, para George Romero y su «Noche de los muertos vivos», de 1968.
El falso documental de Schembri sigue al escritor Luciano Saracino en su infatigable búsqueda del guion original, mientras desmenuza no solo las denuncias sociales detrás de las películas de terror, sino también la censura vivida en los 60 en el cine y la televisión argentina. Además, en este punto, cuenta con la última participación de Isabel Sarli para el séptimo arte.
«Nunca, desde la génesis del proyecto, estuvo en mí la idea de que se asuma de forma tajante que esto es real. Siempre pensé que algunas personas podían dudar y a partir de allí, obviamente, indagar si realmente esto fue así.PABLO SCHEMBRI«Desde hace mucho tenía la intención de contar en un misma historia dos de mis pasiones. La historia de mi provincia y hablar de cine de género. Así, surge el germen de la película, Investigando, empiezan a coincidir algunas fechas, como el cierre de los ingenios, la asunción de Onganía, la película de Romero y la creación del ente censor. Todos esto vienen la ser los ingredientes de la película. Después, casi como un rompecabezas, se fue armando todo, siempre con rigurosidad histórica», explicó Schembri, quien a lo largo de la película va dejando pistas sobre lo falaz de la trama.
Pablo Schembri, un apasionado del géneroTélam: En internet hay varias reseñas que dan el documental como algo verdadero y pareciera que filmaste una alegoría de las «fake news» que circulan las redes sociales sin ser chequeadas.
Pablo Schembri: Esto es cierto e involuntario. Sin querer, con el paso del tiempo, después de que pasó por varios festivales y tuve la suerte de interactuar con varios espectadores, me surgió esta especie de miedo e incomodidad. Pero bueno, la verdad es que en este caso, apelando a ciertos elementos sensibles, parece que se puede contar cualquier historia y el espectador, en gran medida, puede llegar a creer sin dudar, lo cual me preocupa.
T: ¿Por qué creés que una historia así es tan creíble?
PS: Quizá, en parte, tiene que ver con cierta rigurosidad al momento de contar la historia. Alguien puede dudar y ver que los hechos y las fechas son reales. Es importante decir que la historia es ficticia, en un contexto real. Dentro de ese marco, la historia se cuenta. Por otro lado, cuenta la historia de dos personas que tienen un sueño, que es hacer una película, con lo difícil que es realizarlo. Desde ese el lugar, el espectador puede sentirse parte de la historia.
T: ¿Cuánto de deseo de que una historia así haya sucedido hay en tu motivación?
PS: Muchísimo. Hubiera sido genial tener un personaje como Linares Montt en el país. Un personaje que tenga ese deseo y esa fuerza como para llevar adelante una película en el interior, la verdad es que lo hace meritorio.
Isabel Sarli, invitada en el filmeT: ¿Qué atractivo tiene para vos el documental, teniendo en cuenta que lo elegiste para tu primera ficción?
PS: Soy fanático de los documentales. De hecho, habiendo escrito el guion, que lo hice en 2012, tiempo después veo «Searching for Sugar Man» (de Malik Bendjelloul), que yo tomé referencias para la estructura audiovisual. Se trata de un músico que se creía muerto, pero que algunas personas en Sudáfrica comienzan su búsqueda y descubren que está vivo en Estados Unidos. A mí me sorprendió. No hay puntos de contacto, pero sí una esencia. Ahí logré encontrar alguna forma audiovisual para mostrar lo que es un búsqueda.
T: ¿Cuánto te atrapa esta idea de confundir al espectador? Hay reseñas que dan a la película como un documental real y otras que lo dan como un falso documental.
PS: Nunca, desde la génesis del proyecto, estuvo en mí la idea de que se asuma de forma tajante que esto es real. Siempre pensé que algunas personas podían dudar y a partir de allí, obviamente, indagar si realmente esto fue así. Nunca pensé que fuera a creerse sin dudar, lo cual también me preocupa un poco. Siempre pensé que era un historia con cierta gracia que iba a compartir. Pero hubo mucha gente que la creyó como algo totalmente cierto. Desde luego, que siempre quise hacerlo lo más verosímil posible, porque no quería que tampoco fuera una comedia, sino un falso documental. Si bien es riguroso a través de retratar algunas cosas.