«Antigüedades (en vivo)», el lanzamiento digital de Liliana Herrero
La voz de Liliana Herrero, una invitación a la ceremonia del encuentro vital con la cultura popular, se levanta esta vez desde un lanzamiento digital que bajo el título de “Antigüedades (en vivo)”, reúne cinco canciones de su vasto repertorio registradas en directo en recitales ofrecidos entre 2014 y 2017.
El EP que desde este viernes puede escucharse en plataformas permite apreciar las apuestas estéticas de la intérprete y sus compañeros en el abordaje de “Marte”, de Tomás Aristimuño; “Run run se fue pal norte”, de Violeta Parra; “Oye niño”, de Miguel Abuelo (los tres registrados en el álbum “Maldigo“, de 2013); “Esa fulanita”, recopilaciones de Leda Valladares; y “Antiguo barracón”, de Ramón Ayala.
“A este material le di en llamar ‘Antigüedades’ porque es un pequeño recorrido por conciertos en vivo realizados en tiempos y en lugares distintos. Son breves miniaturas de sonidos que buscamos en esos momentos”, contó Herrero a Télam.
La artista entrerriana, de 70 años, repasa que el repertorio rescata piezas ejecutadas “en otros tiempos, otros espacios y con otras búsquedas sonoras” que se dieron en tres salas porteñas en diferentes años: en 2014 en el ND Teatro, en el 2015 en el Centro Cultural Kirchner y en 2017 en Caras y Caretas.
De esas aventuras tomaron parte, entre otros, Ariel Naón, Lisandro Aristimuño, Balduini, Martín Pantyrer, Mario Gusso, Pedro Rossi y hasta el acordeonista brasileño Toninho Ferragutti, invitado especial en la creación de Ayala.
“Participaron muchos músicos y hay un sonido diferente en cada caso. Al escuchar reunidos estos cinco temas vi los horizontes sonoros que buscamos en cada caso y cómo no abandonamos esas búsquedas que suponen un diálogo amoroso y comunitario”, reflexiona Liliana.
Así “Antigüedades (en vivo)” propone parte de una experiencia creativa de decisivo valor y tal vez deje abierta la puerta para algún próximo disco que permita apreciar el laboratorio artesanal que Herrero y su banda ponen en juego al momento de encarnar un repertorio y abismarse en sus profundidades y potencias.