David Lebón confirmó la vigencia de sus clásicos en un soberbio show en vivo por streaming
A una semana de haberse alzado con el Premio Carlos Gardel de Oro 2020, David Lebón ofreció anoche por primera vez, en su extensa trayectoria, un soberbio show en vivo por streaming, desde el escenario del porteño Movistar Arena, en el que confirmó la vigencia de sus clásicos.
A tono con el aclamado último disco «Lebón & Co», en el que, acompañado de diversas figuras recreó varios de sus viejos éxitos, el músico continuó explorando en su vasto y ecléctico repertorio, en un repaso de poco más de dos horas, en donde se sucedieron muchas de las composiciones que son parte fundamental del ADN del rock argentino.
En tal sentido, abundaron temas pertenecientes a su etapa como miembro de Serú Girán, como el caso de «El mendigo en el andén», «Esperando nacer», «Noche de perros», «Nos veremos otra vez», «San Francisco y el lobo», «Mundo agradable», «Encuentro con el diablo», «Cuánto tiempo más llevará», que le dio nombre el espectáculo, y el cierre con «Seminare».
Pero no faltaron, sin embargo, muchas de las gemas que fueron parte de su homónimo primer disco solista, de 1973, como «Casas de arañas» y «Copado con el diablo»; y de su notable discografía de los años `80.
En este caso, sorprendió el comienzo con «No seas dura», «Tiempos sin sueños» y «Bonzo», tres «rescates» debido a que no suelen ser parte del material en vivo del virtuoso guitarrista, cantante y compositor.
Más comunes en su repertorio habitual, pero no por eso poco celebradas su inclusión en este set, resultaron «Tu llegada»; «Creo que me suelto», con un irresistible ritmo soul y Lebón luciéndose en el órgano Hammond; «No llores por mí, reina», «El tiempo es veloz» y «No confíes en tu suerte».
Sobre el cierre también estuvo el recuerdo del paso de Lebón por Polifemo, con una incendiaria versión de «Suéltate Rock and Roll»; y el homenaje a Luis Alberto Spinetta con «Ana no duerme», en una versión que mezcló pasajes en vivo con el audios del clip especial grabado junto a figuras como Lisandro Aristimuño, Wos y Mateo Sujatovich, para la gala de los premios Carlos Gardel.
Las impecables interpretaciones del músico y la calidad de sus canciones se vieron realzadas aún más por la excelente labor de su banda, a partir del empuje rítmico de la batería de Daniel Colombres; los sutiles entramados del bajo de Roberto Seitz; el buen gusto de los teclados de Leandro Bulacio; la inconmensurable labor de Gustavo Lozano entre las guitarras y las voces; y el confiable respaldo de la guitarra y la voz de Dhani Ferrón.
Con este combo, el concierto tuvo pasajes de furiosos rocanroles, románticas baladas, intensidad y momentos bailables aportados por sonidos pop y patrones souleros, todos ellos de gran calidad.
Con una aparición en escena en los inicios del rock argentino, a partir de unos primeros pasos dados en las míticas zapadas en el legendario boliche La Cueva, y participación en ineludibles bandas en la historia del género, Lebón pisó toda clase de escenarios, pero sin embargo se enfrentó por primera vez a esta novedosa experiencia.
Pese a las posibilidades visuales que ofrece el formato, el artista optó por la simpleza en el puesta en escena y probó suplir la ausencia de público con una actitud de total distensión.
Para ello, la disposición de la banda en el escenario fue en forma circular, más parecido a lo que ocurre en un ensayo que en un show, lo que se reforzó con comentarios informales y chistes entre los músicos en los silencios que se producían entre cada canción.
Sin más artilugios que un interesante juego de luces, Lebón apostó entonces a la contundencia sonora de su versátil banda y al rescate emotivo de lo más entrañable de su repertorio; y los resultados demostraron que no erró el camino.
Puesto en perspectiva, este primer show por streaming -acaso un nuevo hito en su impresionante trayectoria- aparece como un paso más en la suerte de gran reconocimiento del público, de sus pares y de la industria que el artista viene cosechando en los últimos años.
La confirmación de ello es que, al promediar el show, el músico anunció que habrá un segundo volumen de «Lebón & Co». La aparición de anoche en el repertorio de memorables composiciones que no fueron parte de aquella primera placa confirman que todavía hay nuevos capítulos por escribirse en la historia del ex Serú Girán, Pescado Rabioso, Polifemo y Color Humano, entre otras fundamentales bandas.