Temen que pacientes vuelvan a desatender las enfermedades cardiovasculares
Pese a que algunos parámetros indicaban que poco a poco la gente estaba tomando conciencia sobre la importancia de concurrir a una guardia o a un centro asistencial ante la aparición de síntomas de enfermedad cardiovascular (como infarto y ACV, entre otras), ante el pico de casos en el AMBA y en algunas provincias, sumado al miedo de contagio de Covid-19, los especialistas están observando nuevamente una reducción de las consultas.
Esta situación abre un gran interrogante y se teme que se produzca un retroceso con un nuevo aumento de los valores de mortalidad intrahospitalaria, que es aquella que se produce mayoritariamente por acudir en forma tardía a la asistencia médica.
Desde el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI), se encargaron de recordar que, según las últimas estadísticas del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación, correspondientes al año 2018, las enfermedades cardiovasculares en su conjunto produjeron 95.676 muertes, lo que representa por día unos 262 fallecimientos, una cifra similar o superior a la de los producidos por Covid-19.
“Esto no significa que desatendamos las medidas de cuidados por la pandemia, en absoluto, lo que queremos expresar es nuestra preocupación por un grupo de enfermedades mortales e invalidantes que bajo ningún aspecto deben desatenderse”, graficó Diego Grinfeld, cardioangiólogo intervencionista, Presidente del CACI.
De acuerdo con las últimas cifras disponibles proporcionadas por los 30 Centros argentinos que participan del relevamiento internacional ‘Stent-Save a Life’, las internaciones por infarto, por día habían regresado a sus valores históricos: de los 5,26 casos promedio por centro reportados del 1 al 19 de marzo se volvió a 5,4 casos en el mes de julio, no sin antes pasar en los meses intermedios por niveles por debajo de 3 y de 4 por día.
Estas cifras evidenciaban que la gente cursaba los episodios de Infarto en sus casas sin siquiera solicitar ayuda médica, situación que los especialistas temen que se repita frente al pico de casos de Covid-19 y por temor al contagio.
Según reportes de dicho relevamiento, seguramente a causa de consultar y acudir a los centros de atención en forma tardía, la mortalidad intrahospitalaria por infarto de los pacientes internados en cuarentena (tomando el período que va desde el 20 de marzo hasta el 31 de julio de este año) fue del 10,6%, vs. 6,4% en el mismo período de 2019, lo que representa un aumento en términos porcentuales del 65 por ciento.
“En numerosas oportunidades, insistimos con mensajes que tenían por objetivo crear conciencia que ante síntomas de enfermedad cardiovascular no se debía demorar la consulta, pero justo cuando comenzaban a verse los resultados, estamos notando en los servicios en los que trabajamos que parecería que la situación vuelve a retraerse”, expresó Daniel Berrocal, expresidente de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y miembro del CACI.
También por la cuarentena, de acuerdo a los datos del ‘Stent-Save a Life’2, se presentó un mayor número de infartos de miocardio con falla cardíaca grave (Shock cardiogénico o IAMCEST Killip y Kimbald D): 9% entre el 19 de marzo y el 31 de julio de este año versus 7% en el mismo período de 2019.
“Los pacientes que se presentan en shock cardiogéncio constituyen cuadros clínicos más complejos y con una muy alta tasa de mortalidad que llega a ser mayor al 50% en quienes lo desarrollan”, advirtió Alejandro Cherro, Director de la Carrera de Especialista en Hemodinamia, Angiografía General y Cardiología Intervencionista UBA-CACI y ex presidente del CACI.
Estos cuadros clínicos graves se producen mayormente por la falta de consulta temprana y el alto grado de compromiso miocárdico, que produce mayor muerte de células cardíacas generando infartos de mayor tamaño y causando la falla de la contracción del músculo cardíaco, lo cual altera gravemente el efecto de bomba circulatoria de nuestro corazón. “Debemos recordar que la consulta tardía significa un aumento de la pérdida de músculo cardíaco y el músculo es vida”, resumió el médico.
Por su parte, el doctor Cherro, completó: “El shock cardiogénico representa una urgencia médica de difícil abordaje, donde resulta imperiosa la realización de una angioplastia coronaria de urgencia para destapar la (o las) arterias ocluidas. Este es un procedimiento de rutina que se realiza muchas veces en forma programada cuando se ve reducido el flujo sanguíneo, pero que en los casos de infarto, y mucho más en los de este tipo, debe ser inmediato para cambiar el pronóstico y reducir el riesgo de mortalidad”.
¿Trombosis por Covid?
Los especialistas señalaron que otra de las enseñanzas que muestra la pandemia es la aparición de casos de infarto de miocardio causados por el coronavirus, en los que el propio proceso inflamatorio de la enfermedad genera trombosis (oclusión por coágulos) de las arterias coronarias. “Debemos recalcar que esta pandemia no afecta solo a los mayores con factores de riesgo; vemos con frecuencia casos de gente joven, sin factores de riesgo conocidos, con serio compromiso vascular, tanto a nivel coronario como con trombosis avanzadas en otras partes del cuerpo”, afirmó.
Finalmente, los referentes del CACI se encargaron de transmitir tranquilidad respecto del riesgo de contagio de Covid-19 en los centros asistenciales: “nuestros hospitales son sitios preparados con todos los protocolos necesarios para minimizar el contagio, cuidando tanto a los pacientes como a todo el personal de salud involucrado en la atención”, concluyó Berrocal.