Por la pandemia, un plan de lectura en cárceles se recicló para ofrecer cuentos a no videntes
Desde 2017 el Programa Puente de Libros promueve la lectura en contextos de encierro. Tiene dos proyectos de trabajo en cárceles y en épocas de pandemia grabaron cuentos musicalizados que llegan por Whatsapp a personas no videntes de 20 países.
Durante la cuarentena el programa de promoción de lectura Puente de Libros grabó cuentos musicalizados que llegaron por WhatsApp a cientos de personas no videntes de 20 países.
Desde 2017 Puente de Libros trabaja en iniciativas de promoción de lectura en contextos de encierro. Durante 2019 con detenidos de la cárcel de Devoto y desde diciembre con madres recluidas con sus hijos en el penal de Güemes, en la provincia de Salta, pero el aislamiento modificó el rumbo del programa y sumó una actividad: la producción de audios de cuentos musicalizados para no videntes.
“Puente de Libros surgió de mi deseo de compartir lecturas en contexto de encierro. Encierros de distintos tipos por judicialización, por enfermedad, sociales, de personas que no pueden acceder a los libros. Y busca darles la posibilidad de imaginar otras realidades, otros mundos posibles”, explica la escritora Maro Vidal Varela, creadora del proyecto, quien recuerda que cuando la pandemia les impidió a las voluntarias visitar la cárcel de Devoto, decidieron trabajar con la ONG Tiflonexos que traduce a Braille textos literarios y académicos para el público no vidente.
“Las voluntarias de Puente comenzaron a grabar los textos y los musicalizamos y les pusimos efectos, con ayuda de mi hija Sol que estudia Producción Audiovisual en Éter. Armamos carpetas con cuentos breves para niños y jóvenes y también para adultos mayores y la gente de Tiflonexos los comparte por Whats App a personas con discapacidad visual”, cuenta Vidal Varela, quien aclara que cada una de las lectoras se capacitó en técnicas de narración y manejo de la voz y que ahora trabajan en una carpeta donde algunos escritores se leen a sí mismos o a otros colegas. Algunas de las historias se convirtieron en videos y están en el canal de Youtube de Puente de Libros (https://www.youtube.com/channel/UCheNtn2ATklbJc-K8dkL39w ) para que cualquiera pueda disfrutarlos.
Los textos elegidos vayan a adultos mayores o a niños y jóvenes , suelen provenir de la literatura infantojuvenil. “En la buena literatura para ese público están todos los temas pero de una manera más tangencial, menos directa y eso nos permite un abordaje que no sea tan crudo. Con los adultos también tomamos el género fantástico porque es un modo de llegar desde la fantasía y terminan hablando de los temas que los atraviesan y que les importan siempre”, aclara Vidal Varela.
Desde Tiflonexos, Pablo Lecouna precisa que la lista de distribución ya llega a 188 personas de 20 países, quienes reciben dos cuentos por semana. “Estamos usando el material que Puente de Libros está grabando, para llegar a personas con discapacidad que aún no tienen mucho manejo de tecnología, especialmente adultos mayores, que acceden a través del Whatsapp. Es una forma muy interesante de llegar de forma sencilla y con lecturas de muy buena calidad, a un público que recién está dando sus primeros pasos con la tecnología, muchas personas con una discapacidad visual recién adquirida, que esperan con muchas ganas los diferentes cuentos que vamos enviando”. “En tiempo de aislamiento, para nosotros es fundamental poder llegar a la gente con entretenimiento y acompañamiento y a través de esto construir redes de apoyo que permitan que cada uno pueda transitar de la mejor manera estos tiempos complejos que nos toca vivir”, agrega.
Por mensaje telefónico o en las redes, llegan los comentarios de quienes disfrutan de los textos:“Quería agradecerles muchísimo lo que están haciendo por todos nosotros las personas que tenemos baja visión o no videntes. Realmente es fantástico y desde mi corazón va un Gracias gigante. Cada cuento me pone muy feliz”, dice Teresa desde Córdoba. Tania, desde Buenos Aires agrega: “Me encantó El hombre de tiza. No me gusta el terror pero no es truculento. Lo escuché dos veces, una sola y otra lo compartí con mi marido. Intentaré que lo escuchen mis hijos y me gustaría participar grabando algo”.