Vencedores vencidos: el armado de listas hizo caer las caretas de las fuerzas políticas
Pasadas las 00 horas del tan ansiado sábado 22 de junio, casi todas las fuerzas políticas habían inscripto a sus candidatos y candidatas en todo el país. El foco estuvo, claro está, en la provincia de Buenos Aires. Es que la misma representa al 40% del padrón electoral y una vieja frase hecha de la política afirma que “quien gana esa provincia gana el país”. Por citar algunos ejemplos, las últimas tres elecciones presidenciales, 2007, 2011 y 2015 así lo ratifican.
Vayamos frente a frente.
Una de las sorpresas más fuertes, tal vez la más importante – el tiempo lo dirá – dentro de Cambiemos fue la unánime decisión de María Eugenia Vidal: se cobró todas y cada una y se llevó puesta al monzonismo. La Gobernadora, que venía de semanas de especulaciones, supuestas renuncias presentadas en los escritorios del PRO y la flaca decisión de quedarse en Buenos Aires, tomó la lapicera y no vaciló un segundo en tachar, borrar y reivindicar a los propios.
En las muchas frases de Maquiavelo, la máxima autoridad provincial parece haber hecho caso a la siguiente moraleja: “A los hombres hay que conquistarlos o eliminarlos, porque si se vengan de las ofensas leves, de las graves no pueden; así que la ofensa que se haga al hombre debe ser tal, que le resulte imposible vengarse”.
Fue tal la sorpresa que más de uno tardó en creer lo que estaba ocurriendo. El monzonismo, que en la Legislatura defendió los presupuestos, tarifazos y la toma de deudas, por ejemplo, ahora se queda afuera de todo. A pesar de “reivindicar la rosca” los senadores y diputados de ese espacio mirarán las elecciones desde afuera.
“Vamos a actuar con mucha responsabilidad, pero si me preguntas si voy a votar a Vidal y a Macri no, bajo ningún punto de vista”, afirmó un monzonista pasadas las 17 horas del sábado cuando comenzaban a aparecer las primera fotos de los “puros” firmando el acta que los habilitaba a jugar en las PASO y octubre.
¿Volverá ese espacio – que fue uno de los pocos peronistas dentro de Cambiemos – al PJ? ¿Se animarán a tanto? ¿Cómo seguirán las cosas hasta el 10 de diciembre? ¿Romperán bloque o mostrarán una vez más, tener cintura política para sortear esta situación?
En la Cámara de Diputados provincial ¿quién será el armador de Vidal? Con un Manuel Mosca desaparecido del mapa político y sabiendo que no va a volver, ¿quién contendrá el bloque hasta diciembre?
“RADICALES AL PODER”
Dentro del oficialismo otra fuerza que sí parece haber salido ganadora fue la Unión Cívica Radical. Olvidada, muy olvidada quedó la siguiente frase que alguna vez se la escuchó decir a Raúl Alfonsín: “Nosotros venimos a afirmar que no creemos esto de que la sociedad se haya derechizado. La sociedad estuvo confundida y está cada vez más clara, pero si se hubiera derechizado, lo que tiene que hacer la Unión Cívica Radical en todo caso, es prepararse para perder elecciones, pero nunca para hacerse conservadora”.
Los correligionarios aseguraron sus bancas y escaños legislativos y ya están militando la boleta con el sweater amarillo y los globos de colores que Cambiemos marcó como slogan en 2015. El radicalismo se aseguró 4 años de poder, nada más. Ni nada menos.
¿Reconstruirán las bases de un partido cada vez más desdibujado? ¿Darán lugar a renovar nombres para 2023 o seguirán los mismo de siempre? ¿Les picará un poco el orgullo y buscarán retomar una identidad propia para dejar de ser los “segundos” o seguirán mostrándose con un Mauricio Macri que oscila el 60% de imagen negativa en el país?
ES AHORA: EL FRENTE DE TODOS “VA POR TODO”
“El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza”, dijo alguna vez Arturo Jauretche. Esa reflexión ya se ve en cada uno de los spots de esta fuerza. Buscando “levantar a los argentinos”, invitándolos a “sumarse”, Alberto Fernández a la cabeza junto a Cristina, Sergio Tomás Massa, Máximo Kirchner (¿el candidato en 2023?) Axel Kicillof y Verónica Magario irán por todo.
En esa lógica abrieron el juego (¿más de lo necesario?) en las listas. “A veces es necesario perder para ganar”, detalló el sábado a última hora un histórico dirigente del peronismo con las listas ya cocinadas. Lo cierto es que el Frente de Todos o el paradigmático peronismo, llámelo como más le guste lector y/o lectora, sabe que aún no tiene nada, no ganó, pero también sabe que puede recuperar todo o casi todo.
Está tan cerca de ganar como de perder. El péndulo electoral se definirá el 27 de octubre. “Hay que saber llegar”, detalló un referente massista.
Claramente una de las claves para “saber llegar al 27 de octubre”, estará el mismo 11 de agosto a la noche o en la madrugada del lunes 12. En esas horas se sabrá quién ganó cada interna, y a nivel nacional y provincial habrá una cifra exacta de votos. De la verdadera “unidad” dependerá un posible triunfo que incluso podría ser en octubre sin necesidad de llegar a noviembre.
¿Será posible un último baño de humildad para acompañar luego de una derrota? En distritos como La Plata y Berisso, por ejemplo, se podrá ver si realmente, “el que gana conduce y el que pierde acompaña”. De lo contrario, no sería la primera vez que se ve el verdadero poder del peronismo, no para ganar sino para dañar. El ejemplo más concreto radica en 2015. Ahora podrá demostrar que aprendieron del pasado y quieren, realmente, modificar el futuro.