Este jueves 20 de junio se conmemora el Día de la Bandera en homenaje a Manuel Belgrano, quien falleció un día como hoy en 1820. Este prócer fue abogado, político, militar y propulsor de proyectos económicos, entre otros cargos. Estudió en el Colegio San Carlos (antecedente del Colegio Nacional de Buenos Aires). Se graduó como abogado en España y fue nombrado Secretario en el Consulado de Comercio en Buenos Aires. También, fue vocal de la Primera Junta de Gobierno de mayo en 1810.
Entre las muchas acciones que protagonizó, una de las más destacadas fue la creación de la Bandera Nacional en 1812. Ese año, el Primer Triunvirato lo había nombrado jefe militar del Ejército del Norte para vencer a las resistencias realistas reagrupadas en el Alto Perú. En ese momento Belgrano, sin una orden previa, creó en las cercanías de Rosario una bandera con una franja celeste y otra blanca que se convirtió luego en referencia de la que sería la Bandera Nacional.
En 1816 el Congreso de Tucumán institucionalizó la bandera con dos franjas celestes y una blanca en el medio. Primero la nombró “bandera menor” para usar solo en ejércitos, buques y fortalezas, pero al poco tiempo, por pedido del director supremo Juan Martín Pueyrredón, la designó como bandera oficial. Debía tener tres franjas, la del medio debía tener el doble de tamaño para que, en caso de guerra, tuviera el dibujo de un sol. El color de las otras dos debía ser más azul celeste que celeste.
Existieron distintas versiones de la bandera utilizada por Artigas en el tiempo de la Liga Federal o Unión de Pueblos Libres conformada entre 1814 y 1820 por la Banda Oriental y parte de las actuales provincias argentinas de Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Córdoba y Santa Fe. La más conocida es la bandera cuyo diseño polemiza con el de la bandera celeste y blanca a través de una franja roja que la cruza de punta a punta, cuya función sería representar la sangre derramada en favor de la defensa de la autonomía de los pueblos.
La bandera utilizada por la Confederación durante el liderazgo de Juan Manuel de Rosas también disiente de la celeste y blanca. Durante su primer mandato (1829-1832), cambió el azul celeste por un azul profundo, ya que la bandera celeste se asociaba usualmente con los unitarios. Durante su segunda gobernación (1835-1852), le agregó cuatro gorros frigios en los vértices, los símbolos distintivos de la Federación.
Finalmente, el Congreso Constituyente de 1853, al que no adhirió la provincia de Buenos Aires, volvió a los colores celeste y blanco con el sol en la franja media, tomando como referencia la bandera consagrada por el Congreso Constituyente en 1816. Una modificación que incorporó fue el cambio de proporciones entre las franjas: la blanca debía tener el mismo ancho que las celestes. Esta versión de la Bandera Nacional se asemeja a la que hoy conocemos. En 1938 se consagró al 20 de junio como Día de la Bandera. A partir de 1985, ya en tiempos de democracia, se decidió que el sol de la bandera no debía ser considerado como símbolo de guerra, sino como evocación del Sol de Mayo.