La presentación, que hacemos desde la banca del Frente de Izquierda en la Legislatura bonaerense, del proyecto de ley de que establece la capacitación docente obligatoria en educación sexual laica y científica, ha despertado un interesante entusiasmo en importantes sectores de la comunidad educativa.
En la conferencia de prensa que organizamos para anunciarlo, las compañeras de la Red de Docentes por el Aborto Legal explicaron cómo valoran esta iniciativa, ya que por más que la Ley Nacional 26.150 lleve 13 años de sanción hoy en día la docencia debe lidiar cotidianamente en las escuelas con problemáticas como los son los embarazos no deseados, el aborto o los abusos, y no reciben ningún respaldo ni formación por parte del Estado.
El proyecto plantea una medida elemental para avanzar en la implementación de ESI en las instituciones educativas, algo que hoy por hoy según cifras oficiales no reciben 7 de cada 10 estudiantes de secundaria. La situación es peor dentro del impenetrable sistema de educación privada que domina en primer lugar la Iglesia Católica, que imparte sus prejuicios oscurantistas al 40% la juventud que estudia. De esta manera, toda la producción de materiales pedagógicos de educación sexual que se hizo desde 2006 hasta acá, tan patrocinada, no encuentra la menor utilidad práctica porque la ESI está condicionada a los “idearios institucionales”, según la propia norma.
El proyecto de ley que presentamos ahora establece la capacitación obligatoria, en servicio y con relevo de tareas para la docencia de todos los niveles educativos, tanto del ámbito público como privado. Los contenidos a dictarse serían elaborados por una comisión con representación estudiantil, docente y de las organizaciones de mujeres y de la diversidad sexual. La supervisión de su implementación y la evaluación de sus resultados estaría a cargo de comisiones distritales que también contemplen a la comunidad educativa y a las agrupaciones que luchan por los derechos de las mujeres y la diversidad.
Otro aspecto a destacar es que plantea la incorporación, a todas las carreras de formación docente de la Provincia, de una materia destinada a cómo trabajar ESI vinculada a cada disciplina, al igual que a la reflexión y el trabajo referido a las relaciones personales y problemáticas que se expresan dentro del aula.
La iniciativa parlamentaria empalma con el extendido reclamo de numerosos sectores de la comunidad educativa, y en particular del movimiento estudiantil secundario que tomó colegios en todo el país para exigir la aprobación de la ley de aborto legal y la implementación de educación sexual. Apoyados en esa marea verde que revolucionó las escuelas, logramos conquistar el año pasado la media sanción de nuestro proyecto que modifica la Ley de ESI para garantizar un espacio curricular de dos horas semanales destinado a educación sexual en todos los niveles educativos.
Nuestra presentación contrasta con la ofensiva de las iglesias que arremeten contra lo que llaman “ideología de género” (una inversión mentirosa, porque ideología son los prejuicios oscurantistas que imparten en las escuelas confesionales). Detrás de la supuesta defensa de los valores de “la vida y la familia” lo que sostienen es la fundamentación ideológica del sometimiento de la mujer y la opresión a toda forma de diversidad sexual. Ahora han anunciado en la Provincia, con el auspicio de legisladores de Cambiemos y del peronismo -incluyendo al kirchnerismo-, una línea telefónica que hemos denominado «0800 – maternidad forzada», porque busca pisotear derechos ya conquistados por las mujeres como es la interrupción legal del embarazo por causal.
La educación no puede ser un reducto de disciplinamiento ideológico y de control social, sino que debe servir a la crítica de la realidad opresiva que tiñe hoy las relaciones personales. Desde el Frente de Izquierda tenemos el compromiso sin fisuras de pelear por educación sexual laica y científica, y por el aborto legal, seguro y gratuito.
