Era 18 de enero de 1990. Mateo Parrilla, que tenía 35 años, había nacido en Valencia y estaba de viaje en Argentina, armó su mochila y se dispuso a llegar a la cima del cerro El Rincón, en la zona mendocina de Potrerillos. Para eso, en una expedición que decidió que sería solitaria, debía ascender algo más de 5.000 metros. Su nombre se conoce porque se perdió su rastro: salió en los diarios españoles y argentinos de aquel año, hubo operativos de rescate estériles y se lo llamó «el español al que se lo tragó la montaña». Ahora, casi treinta años después, la Patrulla de Rescate de la Policía de Mendoza cree haber dado con su cadáver momificado.
Según publica el diario Los Andes, este domingo un montañista de la zona de Tupungato escalaba El Rincón y se topó con el cuerpo momificado de un hombre. No hay confirmación oficial de que se trate del cadáver de Parrilla, pero los investigadores policiales sostuvieron que el estado en el que encontraron el cuerpo da cuenta de que la fecha de muerte es «de muchos años atrás». El personal policial revisó en sus archivos para dar con información sobre personas perdidas en esa zona y encontró un solo nombre, el de Mateo Parrilla. A través de estudios de ADN se confirmará la identidad del cuerpo encontrado.
El hallazgo, detalla Los Andes, se produjo en el sector del cerro en el que se forman glaciares, a más de 4.000 metros de altura. Al bajar del cerro, el montañista de Tupungato dio aviso a la Policía local y especificó la ubicación exacta en la que había visto el cuerpo momificado. La Patrulla de Rescate policial organizó un operativo que llevó más de doce horas: es que debían acceder a una zona especialmente peligrosa, dada la formación de hielo, entre otros obstáculos.
Según detallaron las autoridades policiales, el cuerpo estaba en una meseta formada por una masa de hielo. Fue encontrado con la mochila sobre su espalda, lo que les da la pauta a los investigadores de que cayó mientras caminaba. Los socorristas coincidieron en señalar que el montañista habría perdido el equilibrio al caminar sobre el filo de la ladera que lleva a la cima de El Rincón, justo antes de llegar o mientras descendía. También determinaron que el golpe de la caída lo habría matado instantáneamente o lo habría imposibilitado físicamente. «Muy cansado, aunque iba a tratar de llegar a la cumbre». Eso le habían dicho dos montañistas brasileros al diario Los Andes en 1990 cuando fueron consultados por el español al que se habían cruzado en su ascenso y que permanecía desaparecido, hecho un misterio. Según el diario mendocino, el 23 de enero de ese año se había dado por cerrado el operativo oficial de búsqueda de Parrilla, quien tenía experiencia como escalador. El misterio de su desaparición, apenas estén los resultados de los análisis genéticos, podría estar esclarecido.