Juicio por el femicidio de Claudia Salgan: testigos hablaron de violencia previa

Amigas y hermanas de la víctima hicieron referencia a los celos del imputado y diversas situaciones de agresividad.

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Durante la jornada de ayer y hoy, declararon la mayoría de los testigos propuestos por la Fiscalía y la querella. Todos concordaron en que antes del asesinato de Claudia el día 8 de julio de 2015, la mujer se quería separar de Marcelo Núñez y que él era una persona muy celosa y posesiva. El hombre se encuentra detenido y enfrenta un juicio por “homicidio agravado por el vínculo y por haber sido cometido por un hombre a una mujer mediando violencia de género”.

María Laura Salgan, hermana de la víctima, fue la primer testigo en declarar hoy frente al Tribunal Oral y Criminal N°1. Mientras prestaba testimonio, el imputado se encontraba casi de espaldas a ella y todo el tiempo se tapó el rostro. Mientras que María Laura se refirió varias veces a él como “el asesino de mi hermana”. La mujer aseguró que la violencia por parte de Núñez hacia Claudia, había sido algo “de toda la vida”. Sin embargo, agregó “nosotros habíamos naturalizado un montón de situaciones que no considerábamos peligrosas, ahora nos damos cuenta”.

Ya en el año 1997, María Laura le había dicho a su hermana que la relación que tenía con su marido no podía seguir así. En ese entonces, Claudia y Marcelo vivían en un pequeño departamento detrás de la casa de la madre de ella. En ese entonces, en el domicilio delantero vivían los padres de la víctima y su hermana quien contó que una noche vio a través de la ventana cómo “Marcelo agarró del cuello a Claudia y la tiró contra la pared”.

“Al rato apareció mi hermana en mi habitación, muy asustada, en piyama y me decía que Marcelo la había golpeado y abusado”. Fue en esa fecha que Claudia hizo la denuncia acompañada por su mamá y se separó temporalmente de su marido, hasta que volvieron a estar juntos en el año 2000.

También contó que más adelante, volvió a saber de una situación similar en la que su hermana le contó que Marcelo la había agarrado del cuello mientras “le preguntaba ¿vos dónde estabas?”. En esa ocasión, la víctima había pasado la noche en la casa de María Laura cuidando de su hijo porque ella y su pareja habían ido a un cumpleaños.

Asimismo, la hermana de la víctima contó que en el último tiempo Claudia le había contada que quería separarse pero me dijo “me voy a tener que ir a la China para que el no me persiga más”. Cecilia Patricia Mianovich, una alumna de Claudia tanto del gimnasio como de las clases personalizadas que ofrecía, también aseguró que tiempo antes del asesinato de su profesora, ella le había confesado que quería separarse.

Si bien Cecilia aseguró que no fue testigo de ningún tipo de violencia física, por que además no compartía tiempo con ambos, sí aseguró que Claudia le había dicho que “las cosas no andaban bien”, incluso llegó a decirle que había sentido miedo de Marcelo. En su declaración, la alumna de la víctima contó que sabía que el marido la insultaba, “me decía que era muy celoso, que no la gustaba que usara calzas y que muchas veces la trataba de puta”.

Por otro lado, el testimonio de Horacio García, médico ginecólogo de Claudia y de la familia, fue clave para entender la brutalidad del ataque. “No parecía Claudia, estaba desfigurada” dijo el hombre frente a los miembros de Tribunal, “la primera impresión fue que no era mi paciente, que me había equivocado de cama”.  Es que la mujer presentaba varios traumatismos, hematomas en el rostro, edemas, más dos heridas punzantes en el pecho.

El doctor explicó que la deformación del rostro podía deberse tanto a los golpes como al edema causado por la asfixia. Cabe recordar que la víctima había sido estrangulada con una bufanda. Además, García contó que tiempo antes del asesinato de Salgan ella lo había ido a ver y en la consulta le contó que estaba en vísperas de separación pero que no iba a ser fácil, por que su marido no lo aceptaba.

El abogado defensor Pablo Conti y el imputado, Marcelo Núñez, de espalda al público.

Por su parte, la estrategia del abogado defensor, Pablo Conti, no es negar la autoría del hecho sino asegurar que Marcelo Núñez estaba con “sus facultades mentales alteradas” al momento del crimen y que no se trataría de un asesinato en un contexto de violencia de género puesto que el hombre colaboraba con las tareas del hogar y era un buen padre.

Hoy comenzaron a declarar los testigos presentados por la defensa: vecinos que aseguraron ver a Marcelo realizando compras en los almacenes del barrio. Conti hizo hincapié en eso y en la posibilidad de que Claudia tuviera un amante y que ello hubiera alterado a Núñez en el momento del homicidio. Sin embargo, dos de las testigos que hicieron referencia a una supuesta infidelidad, sólo habían escuchado rumores en el barrio.

Asimismo declaró Lucas Núñez (24), el hijo mayor de Claudia y Marcelo, a pedido de la defensa. El joven habló durante pocos minutos en los que aseguró que nunca había visto situación de violencia alguna entre sus padres y que su papá era un hombre que siempre había estado presente, «nunca vi que mi papá le levante la mano a mi mamá».

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