En el Tribunal Oral y Criminal N°1, comenzó el juicio contra Marcelo Núñez. El imputado está acusado por «homicidio calificado por el vínculo y por haber sido cometido por un hombre hacia una mujer mediando violencia de género».
La fiscal de juicio, Victoria Huergo, afirmó que a lo largo del debate demostrarán que Núñez fue quien asesinó a Claudia Salgan. Tanto ella como la querella compuesta por las abogadas Sofía Caravelos y Guadalupe Godoy, expusieron las lesiones que presentaba el cuerpo de la víctima y que exponen el ensañamiento del crimen: varios traumatismos en el cráneo, contusiones en el cuello, dos heridas punzantes en el pecho y un edema cerebral.
Por su parte, el defensor Pablo Conti aseguró que Marcelo Núñez era «ajeno a los hechos» dado que en ese momento tenía sus «facultades mentales alteradas». Además negó que el crimen hubiera sido cometido en un contexto de violencia de género.
Claudia conoció a Marcelo desde muy chica, eran vecinos en el barrio y cuando ella tenía 15 años se puso de novia con él. A los 17 se casaron. Florencia Cabrera, madre de la víctima, fue la primer testigo en declarar frente al Tribunal. Para su declaración, la querella le pidió al Tribunal que el imputado no estuviera presente y los jueces consintieron dicha solicitud por considerar que la presencia del hombre podía afectar el desarrollo del testimonio.
Florencia contó que la violencia empezó al poco tiempo de que su hija se casara. Al principio se trataba de maltrato verbal y violencia psicológica. Pero ya en el año 1997, la testigo describió la primer agresión física que existió: «la golpeó y la quiso tirar por la escalera» aseguró la mujer, «yo la acompañé al hospital y después a hacer la denuncia a la Comisaría Decimotercera de Gonnet».
También aseguró que Núñez tenía una doble conducta hacia el interior de su hogar y con su familia por un lado, y otra hacia afuera de su casa. «Con Claudia y nosotras era muy agresivo, nos maltrataba verbalmente» afirmó la madre de la víctima, «pero con los vecinos por ejemplo, era muy amable y solidario».
En su relato, Florencia aseguró que Marcelo «premeditó todo» -refiriéndose el homicidio- y que lo había hecho por que su hija había decido separarse finalmente. Por otro lado, la mujer contó en diálogo con MediaNews que los hijos del matrimonio están «abadonados por el Estado».
Los dos hijos más chicos de Claudia y Marcelo se encuentran bajo la tutela de su hermano más grande, un joven de 21 años. Sin embargo, la abuela de los tres contó que sus nietos «pasan muchas necesidades, a veces no tienen ni para comer, más de una vez por semana me llama mi nieto para decirme que no tienen nada en la heladera». Es que si bien existe la Ley Brisa por la cual el Estado debería asistir a los hijos de las víctimas de femicidios, la familia de Claudia Salgan aún no pudo acceder a dicha asistencia. «Estamos tramitándola, pero es un muy engorroso» aseguró Florencia, «el asesino de mi hija no pasa ninguna necesidades, tiene techo, comida y no se tiene que preocupar, mis nietos no tienen ni Justicia».
«Espero que se haga Justicia por mi hija, que Marcelo vaya preso de por vida y que la condena sirva para que mis nietos conozcan la verdad porque hasta el día de hoy no terminan de caer en la cuenta de que fue su papá el que mató a su mamá», dijo Florencia antes de que comience el juicio.
