Leonardo Fariña negó que su declaración en la causa conocida como la «ruta del dinero K» haya sido armada y apuntó contra quienes ejercían su defensa en ese momento.
Al declarar ante el Tribunal Oral Federal 4 que lo juzga por supuesto lavado de dinero junto al detenido Lázaro Báez, entre otros; Fariña detalló que «la reunión con Garavano se dio solamente en el marco de la competencia de quien es la máxima autoridad de un ministerio que tiene a su cargo el programa de protección de testigos». Asimismo, negó que su declaración haya sido armada en base a mails recibidos, tal como denunció su ex abogada. «Miren como se da la posibilidad de que a mi me guionaran, que la reunión se la tuve que pedir por favor a un periodista», sostuvo.
En ese marco, el financista apuntó contra sus ex defensores, Giselle Robles y Franco Bindi, asegurando que presentaron una declaración sin consultarle.
«Quien llevaba mi defensa real y técnica era Franco Bindi, ex empleado del Ministerio de Planificación. Los intereses de mi defensa respondían al señor Lázaro Báez. Bindi visitaba a Báez en la cárcel. Luego se presentaron como defensores de Báez en dos causas», aseguró Fariña, quien aprovechó su declaración para responder a las acusaciones de su ex abogada en la causa de Dolores donde se investiga la red de espionaje por la que está detenido el falso abogado Marcelo D’Alessio.
En ese expediente, Robles denunció que el testimonio de Fariña en la causa fue guionado y hasta presentó mails en los que se demuestra que la declaración por escrito es un «copia y pega» de dichos correos. Sin embargo, en su exposición Fariña afirmó que los mails son truchos y que había una casilla similar que pertenecía a su ex abogado.