El pastor acusado de abuso había dicho que las denuncias previas eran “obra del Diablo”

El hombre de 57 les contó a sus fieles de las acusaciones en su contra que se habían hecho en Dolores, pero les dijo que eran mentira.

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Ayer por la tarde, personal de DDI La Plata realizaron un allanamiento en la Iglesia “Manantial de la Vida”, ubicada en 149 entre 10 y 11 y arrestaron al pastor del templo por el abuso sexual de al menos cuatro mujeres que radicaron la denuncia, entre ellas dos menores de 15 y 17 años.

De acuerdo al testimonio de las víctimas, el hombre les decía que iba a “sacarles un espíritu sexual” y que de esa manera lograrían la “liberación personal”. Tamara, una vecina del barrio, contó a Media News que la noticia la había sorprendido sin embargo, dijo que “él una vez en una de las reuniones contó que había sido denunciado en Dolores, pero nos aseguró que eran mentiras para desacreditarlo, que eran obras del diablo para evitar que complete su misión en la Tierra”.

La primera denuncia fue la de una mujer de 20 años, quien aseguró que el pastor la había encerrado en un cuarto y la había manoseado. La víctima concurría a la Iglesia hacía cinco años y acorde a su testimonio, el hombre aprovechó que estaba pasando por una depresión para abusar de ella.

La Iglesia evangélica donde ocurrían los abusos, acorde a las denuncias.

Luego de esa primer denuncia en el Gabinete de Delitos contra la integridad sexual de la DDI, la policía comenzó una investigación que permitió corroborar la existencia de al menos otros tres casos similares.

Por su parte, el juez de Garantías Juan Pablo Massi contó, en diálogo con Media News, que «a partir del testimonio de la primer víctima, fueron surgiendo otras más y si bien hasta el momento son cuatro en total no se descarta que puedan aparecer -o no- más víctimas dado que la investigación todavía es muy reciente».

Otra de las víctimas, una joven de 22 años, contó que el pastor la encerró en lo que conocían como “el cuarto de liberación”, donde el detenido habría sacado el picaporte para encerrarla y que “el espíritu no se escape”. Allí, lo que comenzó como una sesión de oración, terminó con abuso y un manoseo de las partes íntimas de la mujer.

Según Tamara el “cuarto de liberación” era un lugar donde las personas que rompían en llanto durante alguna de las reuniones, podía ir a hablar con es pastor. Según la vecina, ella no vio nunca nada de extraño y cuando ella entró a esa habitación había otras personas además del acusado.

Ahora el detenido se encuentra a disposición  de la UFI 1 a cargo de la fiscal Ana María Medina y del Juzgado de Garantías 4 a  cargo del juez Juan Pablo Masi, ambas autoridades del departamento judicial la Plata, acusado de “abuso sexual agravado”.

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