Espionaje ilegal: Cómo fue el armado del “Centeno” de la causa PDVSA

Aprietes, extorsión y vínculos con el poder. Las conversaciones de Marcelo D’Alessio con el fiscal Stornelli. El “arrepentido” Brusa Dovat y el testimonio que brindó al juez Ramos Padilla.

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El 12 de abril, el magistrado de Dolores que posee la causa de espionaje ilegal más importante de la Argentina, dictó la prisión preventiva contra Hugo “Rolo” Barreiro, Aníbal Degastaldi y Ricardo Bogoliuk; y los embargó por diez millones de pesos a cada uno. También amplió el procesamiento de prisión preventiva a Marcelo Sebastián D´Alessio.

Para llegar a este dictamen, Ramos Padilla explicó, justificó y comprobó a lo largo de 341 páginas la extensa relación entre los imputados y la conformación de al menos, una asociación ilícita además de una veintena de ilegalidades como el contraespionaje, extorsión y tráfico de influencias, entre otros.

Si bien en el dictamen se observan menos del diez por ciento de la causa, entre los distintos puntos en los que hace hincapié el juzgado de Dolores se puede comprobar cómo Marcelo D’Alessio, en una de las tantas operaciones y mediante “intimidaciones, amenazas y engañosquebró a Gonzalo Brusa Dovat para “armar” el testimonio que realizo ante nada más ni nada menos que Carlos Stornelli, titular de la Fiscalía Federal N° 4 de Capital Federal. Ante dicho fiscal, Brusa Dovat denunció “presuntas irregularidades cometidas en la empresa PDVSA Argentina”.

Según pudo saber MediaNews, Brusa Dovat declaró ante Ramos Padilla respecto de los encuentros personales que mantuvo con D´Alessio. Además, éste testigo efectuó importantes aportes en su testimonio, tales como “la participación de Aníbal Degastaldi en la primera reunión en que conoció a D´Alessio”, así como también “detalles de relevancia sobre las distintas circunstancias vivenciadas que daban cuenta de las intimidaciones sufridas”.

Para quebrar a Dovat, D’Alessio se apoyó en la prensa argentina. Es así como, según el testimonio del empresario de PDVSA en Dolores, se reunió con “Rolando Graña (periodista de A24) en un bar de una esquina de Plaza de Mayo” y le comentó brevemente “lo que le estaba sucediendo”. Según Dovat, “intercambiamos los teléfonos y pasados unos días me cita a su productora en el barrio de Las Cañitas. Ahí tuvimos una conversación un poco más larga por cerca de una hora en la que él me cuenta de sus investigaciones periodísticas anteriores respecto de la empresa Fluvialba, que es la segunda empresa cuya parte o la mitad de su paquete accionario también posee PDVSA Argentina.

Yo le aporto información acerca de las actividades de la empresa PDVSA Argentina para su investigación, pero le dije que no quería ni dinero, ni fama, ni participar de ningún tipo de entrevista, ni que mi nombre saliera a la luz. Ahí me señala lo importante de lo que está pasando en Venezuela y me dice que este tema que yo le había comentado era para Marcelo D´Alessio, a quien yo no conocía. Me cuenta que es la persona que actuó en la causa del Gas Natural Licuado (GNL) y que había estado en ENARSA. Pasados unos días, me contacta por WhatsApp nuevamente Graña y me consulta si me podía juntar con él y con D´Alessio, a lo cual accedo.

Este encuentro se produce el miércoles 23 de enero a las 12.30 horas aproximadamente. Fui citado al restaurant Fresh Market, ubicado en Cosentini al 1200 aproximadamente en Puerto Madero. En esa reunión, Rolando Graña me presenta a Marcelo D´Alessio y éste me presenta a otra persona, refiriéndose a él como un excomisario y ahora su colaborador.

Luego, en el desarrollo del almuerzo D´Alessio se presenta como jefe regional de la DEA, me exhibe una placa que estaba dentro de su billetera, una pistola y fajo de dólares que estaban dentro de un maletín. Me comenta que hace meses que viene investigando a la empresa Fluvialba supuestamente por hacer traslado marítimo de metanfetaminas, cosa que le dije que desconocía ya que yo nunca había tenido contacto con Fluvialba.

En ese mismo almuerzo me dice que él accede a información de PDVSA Argentina y de Petrolera del Cono Sur y que apreciaría mucho la información que yo le podía brindar ya que yo había sido gerente de operaciones de Petrolera del Cono Sur. Es decir, él ya tenía información acerca de mí que yo no le había brindado hasta ese momento.

Ahí me hace algunas consultas sobre las actividades de PDVSA Argentina y Petrolera del Cono Sur, las cuales yo respondo pero son actividades propias del rubro. Yo no le describo ningún tipo de delito hasta ese momento.

Ahí me explica que siguiendo los protocolos de la DEA para que mi familia y yo estemos seguros, me tenía que exhibir públicamente y así no me iban a tocar más allá de la protección que me iba a dar la DEA.

Me habla de una camioneta en la que él se manejaba –una Range Rover dominio AB 908 FA- y me señala también un vehículo Toyota Corolla, aclarándome que allí había custodios de él, lo que yo no logré divisar porque tenía los vidrios polarizados.

Luego, me aclara que este caso es para Daniel Santoro, a lo cual Rolando Graña asiente diciendo ‘sí, sí, es para Santoro’. Yo no ubicaba la cara con el nombre en ese momento, no sabía quién era Daniel Santoro. Me hace algunas preguntas más sobre Petrolera del Cono Sur, ya más concretas sobre algunos supuestos negocios, siempre D´Alessio. Ni Rolando Graña ni la otra persona –que luego me enteré que era Degastaldi por ver su fotografía luego de su detención en esta causa- me hicieron preguntas ni hablaban conmigo salvo sobre cuestiones circunstanciales.

Dovat junto a Santoro en una reunión que mantuvieron por la causa PDVSA

Terminando ya el almuerzo, me dice que Santoro era el jefe de judiciales del Grupo Clarín y que él se contactaría conmigo para hacer una reunión, es decir, no me indican ni una nota ni entrevista. El viernes 25 de enero me llama vía WhatsApp D´Alessio y ahí es cuando me dice que tiene toda la información mía, de mi vida laboral, de mi vida económica, de mis viajes al exterior, me refiere que hay armándose en PDVSA una causa contra mí y mis ex compañeros y que el juez que está viendo o armando esa causa –nunca se hizo esa denuncia- es el juez Aguinsky y me aclara que Aguinsky como trabaja en algunos casos de investigación de la DEA, a cambio de la información que yo le dé, va a hacer caer ese armado y no se va a llevar adelante ninguna denuncia.

Quiero aclarar que primero yo no quería dar una nota y segundo que yo no tenía intenciones de hablar de PDVSA Uruguay ni sabía que me iban a preguntar de eso, fue una pregunta que me sorprendió, no sé si D´Alessio le dijo a Santoro que me la hiciera o qué. Termina la entrevista que habrá durado una hora aproximadamente, la reunión duró unas dos horas más o menos.

Yo salgo totalmente desnorteado de esa reunión, totalmente desorientado, al punto tal que no me ubicaba geográficamente, no sabía para dónde agarrar. Así que llamé a un conocido, Facundo Videla, que estaba por la zona para que me venga a buscar. Aparece a los diez minutos, me subo al auto, hacemos dos cuadras y de repente se pone al lado el Toyota Corolla que D´Alessio me había referido que eran sus custodios en aquella primera reunión en la que lo conocí. No me cruzan el auto, pero lo pegan, lo acercan del lado del conductor de un modo intimidatorio. Ahí no sé quién de los que iban en el auto, yo no veo quién de dentro del auto le pregunta a mi amigo si estaba todo bien, Facundo contesta que sí y se adelantan con el auto. Yo no logro ver quién era esa persona que hace esa pregunta pero mi amigo me dijo que no era D´Alessio, era otra persona.

De ahí yo me voy a mi domicilio y desde ese día hasta el día viernes primero de febrero no sé más nada de D´Alessio que recuerde”. Ese primero de febrero Dovat explicó que tuvo una reunión “muy agresiva” con D’Alessio, ya que “además de hablarme del armado de la causa o precausa me indicó concretamente los términos de lo que yo debía denunciar judicialmente, qué debía declarar y me pidió información más detallada para su propio conocimiento de las operaciones de PDVSA en Argentina, es decir, no para la denuncia sino para él”.

MÁS PRUEBAS. En el allanamiento que realiza Ramos Padilla en la casa del falso abogado secuestró material de todo tipo, pero entre los cientos de informes y carpetas encontraron “anotaciones manuscritas vinculadas a PDVSA, sus empresas relacionadas y sus accionistas”.

En las anotaciones de D´Alessio se puede observar información en torno “a uno de los presidentes de PDVSA Argentina, Ángel Morales Placencia; y datos íntimos de Brusa Dovat”, a quien D´Alessio identificaba como “arrepentido” o el “Centeno de PDVSA”.

Este tipo de referencias también quedaron evidenciadas en comunicaciones establecidas con “Ricardo Bogoliuk, Aníbal Degastaldi, Carlos Stornelli y Daniel Santoro”. De esta forma, en el fallo de Ramos Padilla se indica que “estas anotaciones y, especialmente, los diálogos mantenidos con otros miembros de la organización permiten inferir que la maniobra coactiva en perjuicio de Brusa Dovat sería también un medio para lograr el bloqueo de fondos de la empresa pretrolera venezolana –fuera ello o no alcanzable por su mera actividad”.

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