En diálogo con MediaNews, la médica veterinaria Fabiana Landoni, a cargo de la investigación, comentó los resultados obtenidos en las pruebas: “bajan considerablemente las frecuencias de las convulsiones, no se reiteran y se observa un gran avance con respecto a la recuperación post-convulsion”.
Esta iniciativa se viene llevando adelante hace unos años en la facultad de Ciencias Veterinarias, desde la cátedra de Farmacología. A principios del 2018 comenzaron a trabajar en conjunto con la Facultad de Ciencias Exactas, que es la encargada de proveer la planta con la que se elabora el aceite de cannabis.
El tratamiento es apto para los casos de epilepsia idiopática refractaria en perros, cuando no existe una causa identificable que genere las convulsiones.
Todos los caninos sobre los que se aplica el tratamiento fueron diagnosticados, a través de análisis clínicos y de una resonancia magnética nuclear (RMN), con epilepsia idiopática con características de refractaria a los tratamientos antiepilépticos clásicos.
La iniciativa evalúa los efectos de dos aceites de cannabis elaborados por la Facultad de Ciencias Exactas, a través del Centro de Investigaciones del Medioambiente (CIM-UNLP-CONICET), y bajo la coordinación de Dario Andrinolo.
Uno de estos aceites de alta dominancia THC y el otro de dominancia equilibrada en el tratamiento de epilepsia refractaria canina.
El estudio que se lleva a cabo en la UNLP es multi-céntrico, es decir que se recibe también a perros derivados por otros centros veterinarios, no sólo a los que se presentan en el Hospital de animales que posee la Facultad.
La doctora Landoni explicó a MediaNews que: “en este momento hay en tratamiento dentro del proceso de investigación, 6 caninos, tres ya superaron los 2 meses de tratamiento; y entre los casos había algunos con cuadros epilépticos severos, que a posteriori de recibir el tratamiento, arrojaron excelentes resultados”.
Si bien la investigación es exitosa, deben continuar trabajando para definir los resultados obtenidos hasta el momento; también es necesario seguir avanzando con otras dosis y pruebas con el objeto de obtener resultados a largo plazo y/o definitivos.
Más allá de la excelente tarea que realizan los investigadores de la UNLP, es importante destacar la predisposición de los dueños de las mascotas, que acceden al tratamiento (sin que abandonen la medicación habitual) y en algunos casos solventan parcialmente la droga, ya que trata de un producto que insume un alto costo y la Facultad no cuenta con los fondos necesarios para afrontarlo.