Romanazzi: “Hay mucho rechazo a admitir que La Plata es inundable”
«Si miramos para atrás, avanzamos, pero no lo que deberíamos haber avanzado después de tantos años. Va todo muy lento, pero por lo menos avanzamos», reconoce el ingeniero hidráulico y profesor titular de Hidrología de la UNLP, Pablo Romanazzi.
Como cada 2 de abril en nuestra región se recuerda el trágico temporal de 2013 y se renueva la pregunta: ¿La Plata puede volver a inundarse?.
Desde hace un tiempo los anuncios de obras se suceden en busca de hallar una solución. En ese sentido, Romanazzi reconoce que «hay una inercia de hacer, de buscar una solución» al problema pero a la vez «te eclipsa lo que está pasando argentina hoy, los temas económicos».
«Se terminaron una parte de las obras, faltan hacer muchas obras, pero aún con todo el plan terminado no va a haber una solución general», asegura. Según el ingeniero hidráulico, el problema se debe a una combinación entre el crecimiento demográfico en zonas inundables, el desarrollo inmobiliario sin planificación ni prevención, y factores climáticos excepcionales.
«Hay mucho rechazo a admitir que La Plata es inundable. Por lo bajo y en off muchos lo dicen. Una de las cosas que demostramos en el libro es que La Plata se inundó siempre, desde su fundación», detalla el coautor del libro “Genealogía de una tragedia. Inundación de La Plata, 2 de abril de 2013”, una investigación que realizó junto al periodista Pablo Morosi acerca de distintos eventos hidrometeorológicos que afectaron a La Plata a lo largo de su historia.
Para Romanazzi, «todo esto avanzó porque nunca se planteó de forma explícita el problema». Por eso mismo, actualmente se avanza en el diseño de un Plan de Reducción del Riesgo de Inundaciones en la región (RRI La Plata).
Entre otras cuestiones asegura que “hay estar atento a donde se desarrolla la ciudad. Se están proponiendo un montón de urbanizaciones, muchas de ellas en lugares inadecuados”, para lo cual además es sustancial “demarcar cuales son las zonas más vulnerables de la ciudad”.
Igualmente, como frente a las inundaciones no existe ningún sistema que garantice la evacuación de la totalidad de los damnificados, Romanazzi plantea que debe haber “otras formas de estar preparados».
«Lo que ya está construido ver de qué manera se puede adaptar”, para que pueda resistir frente a la llegada del agua, ya que existen varias medidas se pueden tomar en el hogar para poder convivir con el problema.
Asimismo, el especialista destaca que parte de lo anterior «en algunos lugares se está dado naturalmente. En las principales avenidas de La Plata cuando se hace algún edificio, la entrada y el lugar de servicio están más elevados y sino no tienen prácticamente nada», y también «en los estacionamiento hay rampas para que los autos se puedan guardar a casi dos metros de altura”. “Muchas obras ya están previendo una cantidad de agua que caiga de una manera muy feroz», remarca el ingeniero. La prevención, planificación y la preparación parecen ser entonces el camino a seguir frente posibles nuevas tormentas, similares a la ocurrida el 2 de abril de 2013.