«¿Y cuál es tu jurisdicción?«, habría preguntado el fiscal Stornelli a D’Alessio. «Y, no sé, la de Montoto«, habría respondido el falso abogado al letrado. Éstas son algunas de las transcripciones que Marcelo D’Alessio habría tenido con el fiscal Federal, Carlos Stornelli, quien hoy posee, nada más ni nada menos, la causa de las “fotocopias de los cuadernos de Centeno”.
En la mega causa de espionaje ilegal en la Argentina que investiga el juez Federal Alejo Ramos Padilla, Marcelo D’Alessio fue solo la punta de un ovillo que parece no tener fin y que muestra el funcionamiento de lo que sería una “asociación ilícita” de una “Agencia de Inteligencia paralela e ilegal” en el país. Durante el allanamiento que el Juez Federal realizó en el domicilio de D’Alessio, en Lomas de Zamora el 6 de febrero a las 14 horas, el magistrado secuestró computadoras, informes y libros que al día de hoy siguen corroborando y estudiando.
Entre la información que obtuvo se deprende un nombre de mucho peso en la política argentina: Mario Montoto ¿Quién es este empresario del que pocos se animan a hablar?
En 2011 Santiago O´Donnell, periodista de Página 12, publicó el libro “ArgenLeaks” en el que contaba los cables de wikileaks en Argentina de la A a la Z; es decir los cables filtrados de la embajada norteamericana sobre las relaciones y reuniones que sus embajadores tenían en el país. En la letra M le dedica cinco páginas a Mario Montoto.
Allí, según los cables, se lo presenta como un “asesor del gobierno de Daniel Scioli (gobernador en la provincia de Buenos Aires desde 2007 a 2015) en cuestiones de seguridad”. O´Donnell señala las relaciones con Estados Unidos al detallar una “cena íntima en la casa del empresario a la que asistieron el gobernador Daniel Scioli y el entonces embajador de los Estados Unidos, Earl Anthony Wayne”.
Un cable de abril de 2008 indicaba: “Mario Montoto está involucrado en las industrias de defensa y seguridad. Publica una revista mensual sobre defensa y relaciones internacionales llamada DEF y es un ex asesor del jefe de la guerrilla Montoneros. Ahora es muy pro estadounidense y hace negocios con Israel”. Vale mencionar que la revista DEF es publicada por la editorial Taeda, propiedad de Montoto.
Otros de los cables confirman más cenas entre dirigentes políticos de distintas fuerzas, empresarios y embajadores norteamericanos con sede en Latinoamérica. También se mencionan unos convenios que Montoto quería que la Provincia firmara con la ciudad de Río de Janeiro en materia policial.
BONADÍO Y MONTOTO. En una entrevista que brindó a la revista Noticias, Montoto niega el rumor en el que se detalla que Montoto conoció al juez Claudio Bonadío “en un Centro de Estudios Políticos dirigido por José Luis Manzano”.
Lo cierto es que en una publicación del diario Clarín del 28 de marzo corriente, la Fundación Tadea, presidida por Montoto, la Fundación Finint y la organización Hemisphere Security Network realizaron un evento sobre “Lavado de activos y financiamiento del terrorismo en la Triple Frontera”. Al encuentro asistió Bonadío y se refirió a la “ley del arrepentido” y al proyecto de “extinción de dominio”. Otros de los invitados fueron el fiscal Federal de Estados Unidos, Andy Rodríguez, y el embajador de Israel en Argentina, Ilan Sztulman.
SU VOZ. Entre las distintas formas de presentarlo, el falso abogado Marcelo D’Alessio decía que Mario Montoto era “el dueño de todas las cámaras de seguridad que hay en la Argentina”, haciendo referencia a la empresa que Montoto tuvo hasta hace unos meses: Global View.
Por su parte, el empresario y ex montonero afirmó “no tener relación directa con D’Alessio” y desmintió haberlo recomendado para ingresar al Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de su amiga Patricia Bullrich: “Es una inexactitud absoluta y total. Tanto él como la ministra Patricia Bullrich saben que eso no es cierto. Es muy fácil de desmentir. Yo no lo recomendé”. Esto lo realizó durante la entrevista que dio a la revista antes mencionada.
Respecto de su militancia en Montoneros en la década del ’70 Montoto dijo: “Empecé a militar muy jovencito en el peronismo en la ciudad de La Plata con 11, 12 años. Puedo decir que fui uno de los primeros sobrevivientes de la Triple A porque en un atentado que me hicieron no salió el tiro. Después fui uno de los fundadores de la nueva UES (Unión de Estudiantes Secundarios). Después vino la época de la clandestinidad. En el año ‘77 salí por primera vez de Argentina”.
En cuanto a su relación con Firmenich, reconoció ser amigo y actual padrino de la hija, pero desmintió haber tenido cualquier tipo de cargo en la agrupación guerrillera: “Nunca tuve absolutamente nada que ver con la estructura financiera de la organización porque hay muchos compañeros vivos, testigos que podrían dar fe de esto”.
