La principal hipótesis de los investigadores es que fue un ataque de la «mafia china», ya que en el lugar no había desorden ni faltaba nada, informaron fuentes policiales.
El local donde ocurrió el triple crimen está ubicado en la esquina de Bernardo de Irigoyen y 25 de Mayo.
Las víctimas son dos hombres (de 43 y 30 años, el segundo con el nombre argentino «Eric») y la mujer del último («Lili», también de 30). Eran los dueños del supermercado y vivían en el mismo local. Todos fueron degollados.
Al mismo tiempo, se informó que buscan a dos ciudadanos que llegaron el día anterior de China.
El miércoles a la noche, los dos sospechosos estaban con ellos cuando cerró el negocio.
Según dijeron las fuentes a Télam, los cadáveres fueron hallados por los repositores de mercadería, quienes ingresaron al local preocupados cuando llegaron esta mañana y notaron que el supermercado estaba cerrado.
Según los expertos, la extorsión a las víctimas comienza antes de la llegada a Argentina. «Los chinos que quieren venir al país tienen que pagar por lo menos 15.000 dólares a las organizaciones mafiosas, a través de abogados que tienen oficinas en China y en nuestro país», explicó un agente federal que siguió de cerca a las bandas involucradas en distintos ataques.
Ese dinero, explicó la misma fuente, es utilizado para sobornar a autoridades de ambos países y «acelerar» los trámites para instalarse en Argentina.
«Para reembolsar estos 15.000 dólares, los chinos tienen que trabajar a cuenta de estas organizaciones durante un tiempo, por ejemplo como mano de obra en los supermercados. Y si finalmente son dueños de su negocio, igual son extorsionados«, detalló el investigador. En estos casos, llegan a pedir hasta 50.000 dólares.
