Esta mañana, durante la audiencia por el caso en el que se juzga a cuatro efectivos de la bonaerense, declaró Flavia Alejandra Castillo quien afirmó que el día anterior, el jefe de calle de la dependencia tercera de Berisso se acercó a su hijo en la vía pública y le dijo “tené cuidado en la calle, que todo lo que pasa mañana queda grabado” (haciendo referencia a las grabaciones que se realizan en el juicio).
Flavia es vecina del barrio El Carmen y conocía a Cannizzo y su familia. El 21 de octubre de 2011, Ariel fue detenido en su casa por la policía y trasladado a la comisaría de la zona. Allí también estaba alojado el hijo de Castillo, a quien ella fue a ver hacia horas de la tarde. En un primer momento durante su testimonio, Flavia negó haber visto a Ariel aquel día. “Yo a él nunca lo ví en la comisaría” afirmó la testigo.
Sin embargo, el fiscal de juicio, Martín Chiorazzi, notó una contradicción con la declaración que la mujer había realizado años atrás en la fiscalía, cuando recién comenzaba a investigarse la muerte de Ariel Cannizo. Por ello, el acusador oficial pidió hacer lectura de dicha declaración en la que Flavia aseguraba haberlo visto a Ariel sentado en una silla dentro de la comisaría y con golpes en su cara.
Frente a ello, la testigo dijo que se había olvidado pero que efectivamente así había sido. Dijo que sí había visto a Cannizo y que presentaba lesiones en la ceja y en la pera. Luego, contó que su hijo tenía miedo porque el lunes, un día antes de que ella declarase, el jefe de calle de la Comisaría Tercera de Berisso, lo había amenazado haciendo referencia directa al juicio y a lo que ella fuera a declarar. Frente a esto, la parte acusatoria pidió que se dejara constancia de lo que contó Flavia, quien después de 20 minutos aproxidamente, dejó la sala.
Los imputados, Ricardo de la Canal, Roberto Percuoco, Ernesto Conti y José Antonio Cáceres, todos ex policías de la Comisaría Tercera, estaban acusados de “apremios ilegales” hasta la semana pasada que el fiscal de juicio amplió la acusación a “homicidio agravado por abuso de su función en el cargo”, luego de la declaración de uno de los peritos de parte.
En su testimonio, el médico aseguró que el cuerpo de Ariel presentaba indicios de asfixia que podía haber sido provocada por un golpe que tenía a la altura de la garganta. Según el profesional, ello que le habría ocasionado una muerte larga y dolorosa y dijo que Ariel podría haber tardado entre 6 y 12 horas en fallecer.