“Hace siete años que no soy Melina”, escribió la mujer en un relato en el que cuenta todas las situaciones de violencia que padeció por el accionar del padre de su hija. Realizó varias denuncias penales en su contra por amenazas, lesiones y desobediencia a las órdenes libradas por la Justicia. “Dice que nos va a hacer desaparecer a mí y a mi nena, dice que nos va a pegar un tiro en la cabeza a las dos”, contó Melina en diálogo con Media News.
Fue en el año 2012 cuando conoció Lucas Ezequiel Grippo. En ese momento, nunca imaginó lo que iba a vivir después. Al año de estar juntos, tuvieron una pequeña quien hoy tiene 6 años. Melina aseguró que al principio no se daba cuenta de lo que sucedía, pero que los hechos de violencia empezaron desde muy temprano, cuando la bebé apenas tenía días de vida.
En un primer momento, se trataba de violencia psicológica, hechos que parecían aislados como no dejarla amamantar a su hija aunque la pequeña tuviera hambre porque “estaba con él”. Luego, Melina contó que la violencia fue escalando hasta llegar a los golpes y las amenazas. “Me tenía que tapar la cara con maquillaje por que no quería que mi hija me preguntara qué me había pasado en la cara”, contó Melina.
Hoy la joven está separada de Grippo pero su calvario no terminó. El 17 de octubre de 2018, la mujer denunció fue agredida por su ex pareja y un grupo de hombres que lo acompañó. La joven sufrió varias lesiones, incluso heridas que su agresor le ocasionó con un cuchillo y que fueron constatadas por un cuerpo médico en la Comisaría de La Mujer de La Plata.
Luego de este episodio y otras denuncias por amenazas, el 13 de noviembre del año pasado, la jueza Graciela Inés Barcos firmó una orden perimetral contra Grippo. Sin embargo, Melina afirma que las amenazas continúan hasta la actualidad. “Dice que nos va a hacer desaparecer a mí y a mi hija, no podemos vivir así, tenemos que estar encerradas en mi casa y con miedo de salir a la calle”.
El 6 de marzo de 2019, al padre de Melina le llegó el siguiente mensaje: “andá despidiéndote de tu hija y tu nieta antes de ir en cana las hago desaparecer y después yo. No te tengo miedo ni a vos ni al viejo hija de p… del abogado. Estás avisado”.
“Vivo con miedo, ese miedo que te paraliza el cuerpo y la cabeza” dijo Melina, “tengo temor por mi hija también, queremos vivir”.