Desde el 21 de marzo de 2012, se celebra el Día Mundial del Síndrome de Down en todo el mundo. La fecha fue elegida por la Organización de las Naciones Unidas en 2011.
El objetivo de la celebración es concientizar a la población respecto de «la dignidad inherente, la valía y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades». Asimismo, resaltar la importancia de su autonomía e independencia individual; en particular: la libertad de tomar sus propias decisiones.
En 2019, el lema es «No dejar a nadie atrás», cuyo objetivo es que «todas las personas con síndrome de Down deben tener la oportunidad de disfrutar de vidas plenas, tanto en igualdad de condiciones con las demás, como en el resto de aspectos de la sociedad», puntualiza la ONU desde su página web.
El británico John Langdon Down, fue el primero en describir esta alteración genética en 1866; pese a que nunca llegó a descubrir las causas que la producían. En julio de 1958, el investigador francés Jérôme Lejeune descubrió su origen en la presencia de una copia extra del cromosoma 21 (o una parte del mismo), en vez de los dos habituales.