Este mediodía, en el Tribunal Oral Criminal 1 empezó la primera audiencia por “apremios ilegales” del que habría sido víctima un hombre de 33 años luego de que fuera detenido en su domicilio. Por el delito se encuentran imputados el ex capitán, Ricardo de la Canal, los tenientes Roberto Percuoco y Ernesto Conti y el oficial principal José Antonio Cáceres.
“Se llega a este juicio después de muchas idas y venidas, después de una instrucción que quiso cerrar la causa” dijo Verónica Bogliano, abogada de la Asociación Miguel Bru, querellante en el debate oral. “No se entiende cómo una causa que empezó como ‘averiguación de causales de muerte” llega a juicio como apremios ilegales”, sentenció la letrada.
El 28 de septiembre de 2011, se había librado una orden de detención para Ariel Canizzo por “resistencia a la autoridad”. Sin embargo, fue el 21 de octubre cuando personal de la Comisaría Tercera de Berisso ingresó a la casa de Ariel persiguiendo a un menor por el robo de una motocicleta. “Cuando entraron mi hijo estaba dormido, lo levantaron de la cama y le empezaron a pegar ya adentro de mi casa, después le siguieron pegando”, contó Mónica Yllesca, madre de la víctima.
Ariel había sido detenido por cuatro efectivos de la Comisaría Tercera donde, según afirma la querella y los peritos de parte, el joven fue brutalmente golpeado. Sin embargo, las lesiones nunca fueron constatadas por un médico y recién se registraron al día siguiente luego de que Ariel falleciera dentro de la seccional Cuarta donde había sido trasladado horas antes. “En Reconocimiento Médico, dijeron que él se negó a recibir tratamiento pero ni siquiera consignaron los golpes visibles que tenía en la cara”, afirmó la abogada de la familia Cannizo.
En la autopsia de Ariel se constató que el cuerpo presentaba signos de contusión cerebral, traumatismos de torax y abdominal, y hemorragias internas. Es por ello que la Asociación Miguel Bru pide el cambio de carátula a “homicidio agravado”. Por su parte, Mónica pidió Justicia por su hijo y aseguró que “ninguno de los policías fue apartado ni un sólo día de la fuerza, ni de manera preventiva, siguieron trabajando hasta que se retiraron”.
“El día que lo detuvieron mi otro hijo fue a llevarle ropa y ahí lo vio todo golpeado a través del pasa platos” contó la mamá del joven fallecido, “Ariel me mandó a decir que el sábado tenía visita y que me esperaba pero nunca lo llegué a ver, al otro día me llamó la policía y me dijo que mi hijo estaba muerto”.