Por Alejandro Finocchiaro (*)
Los directivos de las secundarias de la provincia de Buenos Aires están recibiendo una presión de las autoridades educativas mucho mayor que la habitual, que ya es grande. Esto sucede porque finalizó el período de intensificación de los contenidos y la cantidad de chicos que tendría que repetir el año es inusitadamente alta.
Es obvio que el cterismo educativo no está preocupado por el aprendizaje de los chicos. Lo que están tratando de hacer es la típica maniobra kirchnerista: disfrazar la realidad para sincronizarla con un relato que no cierra ya por ningún lado. Buscan instalar, de hecho y desesperadamente, la promoción automática que el gobierno de Axel Kicillof no pudo plasmar en el Consejo General de Educación bonaerense debido al rechazo generalizado.
(*) Diputado nacional de Juntos por el Cambio por la provincia de Buenos Aires; ex Director Genral de Cultura y Educación bonaerense.
