El Nuevo Paradigma del siglo XXI

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Por Guillermo Fabián Siro (*)

Los desafíos que la «Cuarta Revolución Industrial» del siglo XXI nos presenta como desafío a las pymes Bonaerense, se han anticipado por la llegada de esta terrible Pandemia de este nuevo coronavirus (SARS-CoV-2)​causante de la enfermedad del síndrome respiratorio agudo grave (COVID-19). Situación que al estar en cuarentena, anticipó y aceleró  cambios estructurales en la producción y el empleo propios de los efectos de la incorporación de las nuevas tecnologías están influyendo. Tecnologías como la internet de las cosas, la computación en la nube, la inteligencia artificial, la cadena de bloques o impresión 3d, etc.; están alterando la forma y métodos de intercambiar bienes y servicios, coincidentemente con la hiperconectividad propia de la economía digital. Las características de contagio y efectos de este nuevo coronavirus en la producción y el empleo, nos obliga a implementar no solo nuevos protocolos de actividades comerciales, industriales y de producción para los trabajadores y clientes, sino que también y fundamentalmente ha modificado la forma de relacionarnos y por lo tanto de hábitos y costumbres de realizar nuestras actividades diarias y económicas.

Es importante entender que la Internet de las cosas crea una nueva red de comercio y mejora la eficiencia en la cadena de suministros , el mercado se expande y se potencia el alcance de las políticas de integración , transito de mercaderías, control de calidad , relación y satisfacción del cliente, la computación en la nube y la «Big Data» facilitan la eficiencia en la logística de almacenamiento y el comercio por envió postal, así como el análisis en tiempo real del tránsito y evolución del comercio. La «inteligencia artificial» y la «automatización» promueven y facilitan la productividad de los procesos, incentivando la relocalización de los factores de producción y generan un desafío sobre los nuevos empleos, su capacitación y la equidad social, mientras que puestos serán remplazados por las nuevas tecnología, surgen nuevos desafíos y trabajos acorde a los cambios tecnológicos.

Todo esto, nos obliga a reformular las políticas de formación continua de los trabajadores empleados y desocupados actualizando sus saberes y pericias en la interpretación, conocimiento y aplicación de las mismas en la actividad económica.

Vivimos momentos difíciles de cambios estructurales, a partir de las consecuencias desconocidas, -pero sin lugar a duda existirán y cambiaran la estructura productiva conocida- de la pandemia del Covid-19 y la «Cuarta Revolución Industrial» que nos obliga a aprovechar las ventajas del progreso tecnológico y a la vez adecuar nuestras políticas de comercialización, producción y formación de los recursos humanos en un contexto altamente desafiante ya que más del 50 % de los empleos industriales de producción , corren el riesgo de la automatización total o parcial . Por lo tanto aquellas actividades rutinarias y de menor calificación, serán los primeros en ser remplazados por la tecnología que se viene.

Por ultimo cabe destacar que la «innovación» es la clave para el desarrollo de la productividad, por los efectos positivos sobre el empleo, sin embargo hay ya evidencia clara que esta, produce un sesgo de habilidades y el efecto sobre los saberes y pericias que los trabajadores deberán adquirir en su proceso de capacitación y actualización de conocimientos, es decir que va a favorecer a la demanda de mano de obra calificada y actualizada, lo que presenta un desafío importante en las relaciones laborales presentes y futuras.

Por último cabe destacar que los jóvenes no se están insertando en las ocupaciones más modernas y por lo tanto menos expuestas al remplazo tecnológico, siendo los jóvenes una de las poblaciones objetivos de esta propuesta. La Confederación Económica de la Provincia de Buenos Aires  junto al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, la CGERA a través de su red de Centros de Formación Profesional, CAME y CAC hemos aprendido y entendido que estos cambios deben estar acompañados por fuertes acciones de «Capacitación Continua y Permanente», no solo para trabajadores, sino también para los empleadores que debemos enfrentar un nuevo paradigma, adecuándonos a las nuevas formas de relacionarnos y aplicando las nuevas tecnologías para ese fin , desarrollando en los próximos tiempos programas de formación a distancia y presencial destinados a los trabajadores y empresarios asociados en «Manejo de Crisis», «Oratoria y Comunicación Eficaz»,  «Protocolos de Trabajo del Coronavirus por Sector», «Gestión de Negocios», «Visión Emprendedora», «Mecánica de Motos», «Ventas y Atención al Cliente por medios digitales», «Comercio Electrónico» , «Impresión 3D», «Confección Textil», «Marroquinería y Calzado», «Primeros Auxilios», entre otros.

Todo esto pensado con el fin de acompañar a el desarrollo local a través de la «Capacitación y Formación Profesional Continua», requisitos imprescindible para enfrentar el nuevo paradigma de la «Cuarta Revolución Industrial», en tiempo de la actual pandemia producida por el nuevo coronavirus. 

(*) Contador. Empresario del sector marroquinería. Presidente de la Confederación Económica de la Provincia de Buenos Aires (CEPBA) y directivo de la Confederación Económica de la República Argentina (CEGERA). Docente universitario en la UCALP.

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